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traslado, horario, fotos... Así estaba mi cabeza, todo eso volaba por mi cabeza
el pasado viernes, 31 de marzo del 2017, cuando salí de casa camino al Botánico.
Quedan un mes y veinte días para el estreno de La historia
jamás contada y no entendía muy bien, porque se había programado para hoy un
macro ensayo, cuando era el viernes del traslado de Estudiante y de muchos más,
por eso mi cabeza no paraba de dar vueltas y mi enfado iba en aumento.
Necesito yoga, relax, taichí, contar hasta cien no
sé... pero necesito cosas que me relajen porque estoy
muy calentito y conforme más vueltas le
doy más calentito me pongo como el hijo del Fary.
Málaga se prepara para su finde de los traslados y yo me
preparo para quitarme del centro en todos estos días.
Parece que mis grupos de teatro han cogido un itinerario
de traslados de los que publica La
Canasta y han amontonados todos mis ensayos en los días que hay traslados.
Hoy toca ensayo técnico y sesión de fotos en el Botánico.
La sesión de fotos, la entiendo, pero el hecho de tener que
estar todos juntos tanto, para la sesión de fotos como para el ensayo
técnico, es algo que ya no entiendo tanto.
Voy a llegar puntual, el primero a la sesión de fotos, para
poder irme también el primero, o al menos intentarlo, no me mola estar aquí
hasta las 12 de la noche.
Menos mal que durante todo el viaje en bus hasta la finca, me ha acompañado, vía WhatsApp, mi amigo Guillermo, que me comprende y ha ido poniendo humor a esta situación de enfado " infantil" y me ha animado mucho, es más me ha dicho: " sé feliz" y es verdad, voy a aprovechar lo que tengo.
He llegado al Botánico y estaba, ya, allí Rebeca, con su simpatía y su buen rollo, luego han llegado David y Úrsula, mientas iban llegando se sentaban para charlar, saludarse y contarse cositas, pero yo, como tenía prisa, llegué saludé y empecé a vestirme.
Le pedí a Dani mi sombrero de copa pero no lo encontraba, me dijo que quizá estaba en " la escuelita" y allí me fui, solo, a buscarlo.
Pues bien, en ese lugar mágico, uno no puede ir de mal rollo, ese ambiente primaveral, esa finca que ya no es verde ya está plagada de colores, de flores rosas, rojas, blancas, moradas, amarillas... etc. crean un lugar maravilloso, en el que uno no puede ir enfadado.
Me subí a " la escuelita" cogí el sombrero y me vine paseando por aquellos parajes, además como ya conozco la finca puedo " perderme" a conciencia por ahí, además vestido de ese porte, me sentía el dueño de todo.
En cuanto volví con mis compis, pregunté por Samuel y " me lo llevé" casi literal, para que me hiciera la sesión de fotos. Llegamos a la casa palacio y me hizo la sesión, fue un placer, muy simpático, muy abierto, ambos, a lo que el otro pedía y con ganas.
Tras eso volví a bajar algo " estresado", pero de nuevo los compañeros Rebeca y Dani me hicieron pasarlo muy bien. Me dije:
" De perdido al rio, si no puedes con tu enemigo, el reloj y debes estar aquí, pues disfrútalo" y eso hice.
Dani, es muy, muy, muy, grande, que pecha de reír nos dimos, viéndo como iba creando su personaje para la sesión de fotos. QUE ARTISTA.
Después, vimos las necesidades técnicas de cada uno, yo fui el primero en decir las mías y nos fuimos.
De pronto comprobé, que no era el único que tenía ganas de irse, por tanto, sin comerlo ni beberlo, en nada de tiempo, me vi que Soraya, había organizado para que me fuera en el coche con Rebeca y que me fuera ¡ya!
Así que triunfé como Los Chichos, porque me hice las fotos, lo pasé muy bien, me reí mucho y llegué a punto para ver el traslado de la Esperanza y de Estudiantes.
Lo que yo te diga....eres un suertudo y me encanta asi sea.
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