miércoles, 27 de marzo de 2019

SANCHINA ( NATALIA) Y QUIJOTE ( YO): LA PRIMERA VEZ.


Nada más subirme en el coche de Natalia le hice esta pregunta :"¿ Estas nerviosa?" Ella me respondió que no. Me la devolvió, respondiendo yo también, de forma negativa. A lo largo del viaje y en el tiempo previo a salir, esa misma pregunta fue formulada tres veces y, como San Pedro, las tres veces la negué.

Es más, cuando íbamos en el coche, camino a la actuación, le expresé mi miedo a poder cumplir bien los tiempos. Estábamos muy justos y yo quería empezar a las 12:00 en punto, es más, hice mucho hincapié a la organización en ese detalle, ya que, a las 16:00 debía estar en Portada Alta dando clases y no podía perder ni un minuto. A las 13:00 justo tenía que acabar la función. Eso si me daba miedo, pero la actuación y la interpretación no.

Bueno pues los planes se cumplieron, los tiempos también, pero justo a la hora de salir, 12:03 le dije a Natalia:" No me habías preguntado varias veces si estaba nervioso, siempre te dije que no, pues ahora te digo que estoy como un flan, los nervios y la crispación me suben de los pies a la cabeza".


La situación era la siguiente: Martes 26 de marzo del 2019, Alhaurin de la Torre,  el reloj de mi móvil marcaba, ya, las 12:10, los niños, que serían nuestro publico, estaban haciendo cola junto al bus y esperando para subir y el conductor de Teatrobus, Natalia y un servidor frente a los monitores dándole a los dos mandos a distancia para intentar poner los videos en marcha  y estos sin responder. Me estaba pudiendo la responsabilidad, el video no andaba pero no podíamos hacer a los niños esperar y no podíamos retrasar tanto el inicio. Al final los monitores se pusieron en marcha, todos ocupamos nuestros lugares, Natalia pidió la apertura de la puerta y la función comenzó.

Natalia, dio paso al público, los atendió y los colocó con gran maestría. Esa siempre suele ser mi función, pero esta vez como hacía de Quijote, yo era el que esperaba, tras la cortina, mi aparición sorpresa.

Y así fue, cuando el video me dio paso, entré en la zona de actuación, con gritos, aspavientos y me recorrí el autobús completo y a toda velocidad. Escuché a más de un niño diciendo:" No lo esperaba, ay , me ha asustado". Ese era el fin, así que todo iba bien.

Que yo recuerde, Juan Luna el más fiel, Juan Catena, Fran Rodríguez, mi Xurde y hasta chicas como Alba Novoa o Andrea Vargas han pasado por la piel del caballero andante. Muchos han sido, es más incluso yo. Lo he hecho, creo, que unas tres veces y os puedo decir que nunca lo he pasado bien. No me ha gustado su impronta, su forma de comportarse, su lejanía al publico etc, pero esta vez me encantó.

He hecho de Quijote en ocasiones puntuales, por hechos concretos y sobre todo cuando no he encontrado quien lo haga. Es más, no tengo un buen recuerdo de la última vez. Pero esta vez y no sé como lo disfruté.

Creo que todo empezó cuando me maquillé. En menos de dos minutos, pintando mi barba de blanco con una barra de maquillaje infantil y oscureciendo mis ojos y ojeras con maquillaje negro en polvo, aplicado con el dedo, conseguí de forma rápida y nada profesional un gran resultado. Esto suena egocéntrico pero quedé muy bien, realmente me parecía al hidalgo caballero, así que creo que eso me dio seguridad, fuerzas y las ganas necesarias para salir a comerme el bus.

No soy un gran actor de cuerpo o de movimiento, pero repito que esta vez me noté, para los movimientos y el uso de la espada, muy suelto y muy ágil. La espada que para mí siempre fue un engorro.

Ya digo, he hecho de Quijote de forma extraordinaria y porque no había más narices, pero esta vez me ha gustado tanto y lo he disfrutado tanto, que no me importa repetir y que este sea ya y por siempre mi personaje y que Natalia haga de Sanchina.

Ella era otra de las razones por las que quiero repetir de Quijote ya que es un placer currar con ella, puesto que todo te lo hace simple, fácil, sencillo y en equipo.

La pobre se estrenó ayer y tampoco se lo pusimos fácil, ya que cuando estaba en escena me di cuenta que en las pantallas se estaba viendo el tercer video, o sea, otra vez se había estropeado el mando y no había forma de arreglarlo y menos en plena actuación, así que, decidí apagar los monitores y listo. Sobre la marcha decidí que actuaríamos sin videos.

No se notó, pero fue una decisión de urgencia y a última hora, es lo que tiene trabajar con tecnología y con un gafe tecnológico.

Así que mi cabeza al principio de la pieza además de hacer de Quijote, pensaba: "¿ Cómo nos iría sin videos?, ¿Cómo se lo digo a Natalia y cuando?, ¿Cómo se lo tomará ella, si la pieza está estructurada por videos?..."


En un momento de la pieza, la aparté y se lo dije:” La hacemos sin videos”. ¿ Le afectó algo?, ¿Se notó?, pues no le afectó para nada, es más lo aceptó sin problemas y se adaptó a la perfección, incluso el tiempo de los videos, lo cubrió con texto improvisado, algo que cuando la oí, en escena, me enorgulleció y alegró, y notarse si se notó un poco, ya que la historia se divide como en capítulos, donde los videos sirven de separación y respiración para nosotros y el público y esta vez fue todo un no parar.

Otro detalle de Natalia: Hay un momento de la pieza, donde Sancho tiene que conseguir que todo el autobús cante una canción a la vez, la que ellos quieran, pues bien, en casi 5 años Sancho, o sea yo, no lo ha conseguido nunca y Sanchina si lo hizo ayer. Todos los niños del publico cantaron y además sonaban hasta bien, para mí fue uno de los momentos de la función.

El publico. Ellos tampoco se lo pusieron fácil a Natalia. Esta vez el autobús estuvo parado a la entrada del colegio y no se movió, eso fue bueno porque no era necesario llevar un férreo control del tiempo, pero fue malo porque en vez de 50 niños (50 asientos) eran 60 y muchos de ellos se sentaron en los pasillos, así que, a veces nos encontrábamos alumnos o profesores por el lugar de actuación, a mí eso no me importaba pero para ella que era su estreno, pudo desconcentrarla pero nada.

Durante la actuación hubo un murmullo casi constante, pero es cierto que los chavales y chavalas estaban en todo momento atentos a la historia, siguiendo todo lo que pasaba, comentando, deseando salir o participar, siempre con buen rollo y educación, es más cuando Quijote debe marchar, hubo un chaval que le dijo que no se fuera u otro que preguntó a Cervantes que otras obras había escrito más además de esta, eso me llegó al alma.

Cuando llegó el momento de mi cambio de ropa, que por cierto, lo hice en nada de tiempo, y mini momento de descanso, comprobé que solo llevábamos 40 minutos de pieza, aún teníamos pendiente 20 y solo nos quedaba el momento de Cervantes y el final, así que el único recurso que me quedaba para completar el tiemplo era el de alargar a Don Miguel. Esto es un arma de doble filo, ya que es el personaje más educativo de la pieza y por tanto el más serio y aburrido, pero cual fue mi sorpresa al comprobar que todos guardaron un sepulcral silencio, estuvieron muy atentos y hasta hicieron preguntas al autor. Vamos que al final el soso de Cervantes triunfó.

Al volver de nuevo a cambiarme, me crucé con mi compi que me informó que ya se había cumplido la hora, además había muchos padres esperando para recoger a sus hijos. Así que el final lo aceleramos.

Empezamos por nuestra causa a las 12:13 así que no podíamos cortar a las 13:00, por tanto, lo hicimos a las 13:10. Prueba superada.

Lo único negativo de la mañana fue que a veces perdimos un poco el ritmo y que no interactué demasiado con mi compañera, por un lado; porque Quijote también es nuevo para mí y por otro porque no quería distraerla y que se le fuera el hilo, puesto que ella si que se estrenaba.

Tras la función, Natalia hizo las magnificas fotos que acompañan la entrada, nos cambiamos en el trayecto del cole a la central del bus, una vez allí, Natalia cogió su coche y tuvo el detallazo de acercarme a casa, así que llegué con tiempo más que suficiente para almorzar, descansar 10 minutos e irme al cole, llegando a las clases puntual.

Fue un día cansado pero redondo, me gustó el personaje  y la compañía, así que ya ha nacido:
                  ¡¡¡ LoDONlo QUIJOTE!!!

PD: Pese a todo lo guay eché de menos a Diego y Juan Luna.



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