sábado, 30 de marzo de 2019

UN PRECOCINADO SOSO Y ALGO FRIO.


No ha sido un gran cocinado, la verdad, aunque si soy muy sincero diré que sobre todo para mí.

Mañana, cocinaremos en Granada, en el Hotel Urban Dreams y esta tarde de viernes 29 de marzo del 2019, hemos quedado en la ESAD de Málaga para preparar el cocinado que degustarán nuestros magníficos comensales granainos.

Son muchas horas de trabajo, muchos trabajos de un lado a otro, muchos desplazamientos los que he tenido esta semana, el cocinado de ayer era uno más, así que llegué con la seguridad de hacerlo y cumplir una etapa más de esta semana, tan seguro estaba de que todo saldría bien que empecé con total tranquilidad tanta, que se me fue la olla varias veces y paré el cocinado para ver o recordar que ingrediente tocaba ahora.

Además estaba muy cansado y no tenía ni el brío no la fuerza, ni el nervio que mi personaje debe tener, el pie empezó también a molestarme y me visualicé en Granada y con el pie molesto y sin poderme mover bien y me preocupé esto hizo que se me fuera aun más la concentración y se me fuera el texto las intenciones etc. Por tanto el primer plato quedó correcto y poco más.

En el segundo mi compi no me dio mucha bola, estaba el pobre agotado  y yo que tampoco estaba en mi mejor momento... juntamos el hambre con las ganas de comer y.... tampoco estuvimos muy allá.

Después vino el plato tres donde yo no salgo, pero donde vi a Elena y Paula muy fluidas, creo que como nunca.

La siguiente, el sorbete de limón que sirve de descanso entre un plato y otro, esto es, que nos pusimos de charla, de cháchara y de cotilla o y el cocinado se paró.

Retomamos con el plato cinco y de ahí seguido los seis platos que quedaban.

Y la verdad que tampoco estuve yo muy acertado.

No salí muy contento del ensayo la verdad, pero es que una vez más estábamos todos agotados, uno por su trabajo, otras por sus estudios era el final de la semana y no estábamos a full, pero es verdad que vi los textos mejor que nunca, mucha más fluidez y momentos que sonaron a gloria, pero es verdad que yo no estaba o sea, que el plato que no me salió soso, me quemé con la sartén o me manché el delantal.

Menos mal que Elena nos dio cuartelillo y no nos regañó mucho. Eso si tuvimos un postre y unos entremeses excepcionales puesto que las charlas de puesta al día y de conclusión fueron muy divertidas.



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