lunes, 18 de noviembre de 2019

VUELVE A LLOVER RECUERDOS FINOS.


Salí del Laberinto pasadas las 14:00 y empecé el otro laberinto, el de las carreteras junto a Javi, al que agradezco que me llevara hasta a casa,  donde entré a las 14:40 y tan literal como lo cuento, me  comí dos brochetas de pescado que había realizado mi padre, buenísimas, recogí las cosas del almuerzo y me acosté una siesta de una hora, para, a las 17:00 horas subir a mi dormitorio, vestirme, prepararme e irme a un nuevo ensayo.

¿Y qué ensayo tengo yo los sábados por la tarde?.

Pues uno nuevo, pero antiguo, y a la vez muy meteorológico el de Lluvia Fina. Con tanto jaleo no os he podido contar pero vuelve Lluvia Fina, concretamente el próximo jueves 21 de noviembre del 2019 en el Teatro del Zaidín de Granada, dos funciones para colegios. De nuevo volveré a hacer ese hippie llamado Simón que despierta las fantasías de la pequeña Sabrina.

Y hablando de Sabrina, como por motivos de estudios, la chica que hacía de Sabrina, Adriana, dejó el proyecto y fue sustituida por Carmen, y esta ahora vive en Madrid, de nuevo nos hemos encontrado sin actriz para hacer de ella, por tanto, en vez de hacer un ensayo de calentamiento días previos la función, hemos tenido que retomar una agenda mini apretada de ensayos para que la nueva chica, Sofía, sepa adaptarse al papel, a nosotros, a los movimientos y a la pieza.

Y ese primer ensayo tuvo lugar el sábado 9 de noviembre del 2019 a las 18:00 en La Caverna  de calle amores. 

Íbamos a marcar los movimientos con ella, para que los conociera y le quedarán claro. Yo tengo 4 escenas, una en la que a penas Sabrina hace nada y es el inicio de la pieza, otra donde si hay más movimientos y unión entre ambos, pero ella es un complemento o apoyo a lo que yo digo, la tercera que no dura ni 20 segundos y la última que es coral y yo soy un simple apoyo a todo.

Empezamos con la primera, pensé que íbamos solo a marcar, pero se dijo de hacerla a tiempo real y la hice, pero eso sí súper rápido. Me noté, acelerado, atropellado y mono entonado, pero claro como ella casi me ignora y está inmóvil toda la escena no quería hacer perder el tiempo, ni marcar nada, que para eso estaba ya Fernando, así que puse el piloto automático y a correr.

La segunda escena fue un poco más de lo mismo, pero al acabar esta si le marqué algunas cosas que eran necesarias para mí y para que no estuviera todo muy sucio.
La tercera pues sin importancia y en la cuarta lo pasé muy bien, como siempre, pero no lo di todo para no molestar.

Se marcaron todas las escenas donde sale la chica nueva, tanto las mías como las que hay en medio donde yo no salgo, tiempo que aproveché para estar con el movil.

Al acabar ese pase hicimos otro, de nuevo solo realizamos las escenas donde sale el personaje de Sabrina y por orden cronológico. Esta vez Sofía, la nueva actriz, ya sabía más o menos que tenía que hacer y hubo un poco más de conexión entre ambos. Esta vez para ayudarla un poco, fui más despacito, más entonado, con más pausas etc.

El primer pase fue una aproximación y este una realización de verdad. La primera escena con ella fue bien, y la segunda la llenó de movimientos nuevos e interactuaciones, me gustó su creatividad pero me descolocó un poco.  Y tras mi segunda escena nos dieron las 20:00 y el tiempo de uso de la Caverna caducó y tuvimos que marcharnos.

Por cierto, en cuanto entré a la Caverna mi mente se llenó de imágenes, de sonidos, de recuerdos, de frases, de escenas de ese magnífico verano del 2015. Verano que me pasé encerrado en dicho lugar con los dos grandes monstruos llamados Steven Lance y Nora Aguirre, montando la grandísima A saco con la psico. Yo pensé que tras esa obra todo cambiaría, a nivel ritmo o cantidad de trabajo. No fue así, pero como bien creía esa pieza y esas personas iban a significar algo en mi vida y así fue pues marcaron un punto de inflexión en mi carrera y en mi vida personal. Ellos hicieron que yo me sintiera actor de verdad, un actor profesional, me abrieron a conocer a otras personas y lo más importante me quitaron todo posible complejo de inferioridad como actor, así que fue muy bonito volver allí y recordar a esos grandes compañeros pero sobre todo ahora amigos, aunque nos veamos muy poco.

Y los recuerdos siguieron pues fue mi reencuentro con Fernando, siempre tan atento y tan buen actor y con Pepa, nuestra madre de Lluvia Fina, que nada más llegar me dijo que estaba muy delgado, cosa que repitió a lo largo de la tarde y claro yo… encantado. Un placer estar con ellos pues cuando trabajamos juntos te hacen formar parte de su familia.

En cuanto a Sofía, pues me aparece una gran profesional ya que, como íbamos justos de tiempo, fue llegar y ponerse a ensayar, sin presentarnos y rápidamente se unió a mí, hubo conexión, se dejó llevar. Vamos una maravilla. Hace una Sabrina menos infantil y más fuerte pero creo que va a quedar muy bien.





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