sábado, 5 de marzo de 2016

VIAJE CATASTROFICO DE " DON QUIJOTE".



El viernes pasado 4 de marzo del 2016, empecé el día como manda la tradición cofrade/ cuaresmal.

Era el primer viernes de mes de marzo,y por tanto, la  celebración del Cristo de Medinaceli y como cada año fui  con mi madre a visitarlo, a Santo Tomás de Aquino. Este año fue especial porque íbamos en grupo, ya que  dos amigas de mi madre se apuntaron a la visita.

Este mes quiero tomarlo con mucha más tranquili-
dad, porque a Semana Santa está cerca y no quiero llegar cansado, sino descansado y disfrutar de los previos, por tanto,  no estoy cogiendo mucho trabajo.

Pero esa mañana tenía un Teatro Bus, pero bueno y ¿qué? Mi Jorge y yo y hacemos buen equipo y este trabajo. como siempre digo. es para disfrutarlo y pasarlo bien.

Después de varios cambios de horario con el pase, quedé con Jorge, a última hora me hizo un cambio de planes.

Jorge y yo somos ya como un matrimonio de años de convivencia, ya nos hemos adaptado el uno al otro. 

A él le puede mi estrés y a mi sus cambios de planes, pero ya me los tomo con filosofía me pongo en su lugar y los entiendo, por todo ello, nuestra amistad y compañerismo va cada vez mejor.
Pues bien, lo acompañe a tomarse un café ¿Qué raro verdad? y de ahí en su coche nos fuimos a la cita, que cantidad de hablar nos dimos, hacía tiempo que no nos veíamos y necesitábamos ponernos al día.

Qué  bueno son siempre sus consejos y más desde que no es budista pero ha madurado, además el siempre sigue los mios, pobre.

Bueno pues toda esta introdu-
cción larga y detallada, es para que veáis que bien íbamos y con qué ganas de actuar. Pero  nos encontramos con algo que fue una tortura.

No voy a dar datos de sitio, ni de público, ni de nada, porque lo que vivimos en el autobús fue catastrófico.

Lo dicho no voy a decir mucho, solo contar datos, nos encontramos con unos niños que gritaban  y si era necesario exigían lo que querían ver, nos cortaban, es más  en un momento mientras Jorge estaba en el suelo, le robaron la espada o le pegaron patadas. Lo mejor, que las personas mayores a su cargo no les llamaban la atención en ningún momento.
constantemente, nos tiraban de las ropas, nos pegaban en los sombreros y nos lo tiraban, se levantaban y paseaban por el bus como querían

De nuevo sentí esa “mara-
villosa” sensación de “los actores sois personas inferiores, que podemos usarlas como queramos”.

De hecho en muchos momentos,  tuvimos que salirnos de los personajes, para regañar, decir que no nos tocaran, quitar a la fuerza de sus manos nuestra utilería, mandar a callar o parar el show y decir que si no callaban no seguíamos.

Pero menos mal que Jorge estuvo lucido y lo dio todo, estuvo  al cien por cien.

Pasada la mitad de la pieza, tuvimos que cortarla e improvisar todo, Jorge me hizo una señal con los ojos y tomó las riendas del show y se puso a cantar con los chicos.

Jorge gracias, porque ya no aguantaba más pero estuviste templado, frio y soberbio, gracias tío ayer estuviste de diez y al acabar me dijo; “no pasa nada es mi trabajo”.

Pero vamos que demostramos que somos un gran equipo y después de esto, Jorge podemos con todo.

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