EL MILITAR SE SINTIÓ SOLO, POR MALO.

Llegué a La noche de verano en San Miguel dedicada a los periodistas o también llamada Notarios del tiempo, haciendo un guiño al Jardín Botánico de Málaga y al verano 2017, porque viajé al cementerio en el coche de mi padre y acompañado por él y  por mi madre, es decir, que ellos me acercaron a San Miguel.

Mi padre se tomó ese guiño tan en serio, que realmente cogió el camino del botánico, menos mal que mi madre lo corrigió, sino acabamos en casa de  los Loring en vez de en su última morada.

Mis padres iban a casa de mi tía, más o menos a esa hora y como yo iba cargado con una caja de zapatos, una mochila hasta arriba y un uniforme de soldado que no quería estropear y que pesaba como un borrico ahogado, sobre todo porque el tejido era como de cartón, me hicieron el favor y me acercaron. ¡¡Gracias!!.

El viaje, pese a la perdida, fue ameno y corto, pero eso sí yo iba en otra cosa, pues estaba acabando una "discusión" con un amigo por Whatsapp. A las 19:30 había que llegar y a las 19:30 estaba entrando por la puerta del camposanto.

Allí solo estaban Edu, María José y Luismi, todos colocando sillas. Yo no pude acercarme a ellos porque nada más entrar  recibí una masterclass sobre indumentaria militar, galones, honores, estrellas, colores etc.

Como el último ensayo no se pudo hacer en condiciones, porque Juanjo estaba de viaje y al general yo no fui por trabajo, hacía dos semanas que no tocábamos la escena. Mi fin era llegar super puntual y ensayar los tres solos en un lugar apartado, una y mil veces, pero desde el momento en que llegué me dijeron que me vistiera para hacer unas fotos. Quedaba hora y media para la función y casi tres para que yo saliera a actuar pero me insistían con que debería vestirme.

Como me negué a hacerlo hasta después de ensayar, en cuanto llegó Juanjo, nos pusimos a ensayar sin esperar ni un segundo. Hicimos un pase. ¡¡Solo uno!! Y nos mandaron a vestir.

El pantalón me estaba estrecho y la chaqueta ni te digo, además no sabía ponerme el cuello de la guerrera, ni los puños, ni el cíngulo, por todo ello, esperaba a que llegara mi Luisa para que me ayudara a vestirme, pero no pude pues debía vestirme ya.

Y lo hice. En los últimos días entre el gym, la dieta y demás, había perdido un kilillo y Pili, la amiga de mi madre, me había sacado los botones de la guerrera, me vestí y realmente no me estaba tan estrecho, ni tan incomodo. Al final quien acabó de vestirme fue Javi Zumaquero, gran cofrade, que supo ponerme todo los adornos y arreglarme en condiciones. ¡¡Me sentía la Macarena!! Atenta a toda esta función estaba Inma con sus ojos llenos de verdad y su eterna sonrisa de cariño y allí estuvimos los tres tonteando un rato. A continuación la sesión de fotos, es decir, fotos del elenco completo de mi escena en la puerta de la Capilla.

Y ahí empecé mi misión imposible ( tras leer esto hacer la sintonía de la peli de Tom Cruise):retocar mi maquillaje.

Yo para evitar perder tiempo y dedicarme todo el previo de la actuación a ensayar, me maquillé en casa. Quería hacer desaparecer la barba lo máximo posible. En el Botánico lo hago con una barra de maquillaje infantil, pero en San Miguel al haber más luz, lo quise arreglar más profesionalmente y usé la base de maquillaje liquido de mi madre. Quedó muy bien, pero al llegar al cementerio se me había caído todo y se me veía la barba en su totalidad. Así que me dediqué a buscar la forma de arreglarlo, pero era misión imposible: o yo no me explicaba bien o no me entendían o tenían mala memoria. Porque cada vez que pedía ayuda, las respuestas eran :" No sé lo que quieres"  o " ahora no puedo luego".

Al final, conseguí que me ayudaran pero tampoco me solucionó el problema y tuve que recurrir a la barra infantil del botánico. Debo decir que cuando volví a pedir un lápiz blanco para poner canas en mi bigote y parecer menos a Franco volví a vivir el mismo proceso.

Tras la sesión de foto oficial, nos hicimos fotos entre los compis y mientras estaba la función nos la hicimos los miembros del elenco.

Aunque el sábado actuaba el "Dream Team", bueno el mio particular. No digo que estos sean los mejores actores de la compañia pero sí con los que tengo más trato dentro y fuera del trabajo. Pues pese a ese "Dream team" a penas hablé con ellos, casi ni los vi. Yo que iba a disfrutar del ambiente que siempre hay en este grupo, no pude hacerlo porque iba  corriendo de un lado a otro y recibiendo ordenes y eso que yo era el general ( es una broma ehm, que luego...).

Desde las 21:00 que empezó la función y hasta las 22:15 que actué, estuve solo, bien haciéndome fotos, bien paseando en la capilla, bien fuera porque dentro hacía mucho calor, bien calentando al personaje, pero todo el rato solo...

Tras una falsa alarma donde Edu entró avisando que nos tocaba salir y aun no era, esperé otro rato más y salimos a actuar.

Lo que si me encantó fue la hora y pico de espera entre pase y pase. Creí que vendría otro tiempo de letargo, así que me quité la gorra y me tumbé, al poco aparecieron mis compis; Juanjo y Luismi.

No me gusta viajar, ni soy muy fans de las historias de viaje, pero Juanjo empezó a contarnos un viaje que había hecho a Italia ,tres días antes y lo contaba con tanto detalle, tan relajado, con tanto cariño y emoción, que me tuvo enganchado en todo momento y me hizo ver en mi mente todo lo que iba contando. Creo que oir a Juanjo fue el mejor momento del previo, puesto que el resto fue muy rápido y muy solitario. ¡¡Gracias Juanjo por hacerme volar!!.