lunes, 24 de abril de 2023

NUEVO PREVIO. ¡¡¡ AL PREVIO NUEVO!!!

 

Lo más destacable del previo del sábado 22 de abril del 2023 fue sin duda la cara de sorpresa, los cuchicheos y las risas del equipo de recepción del hotel Urban Dreams de Granada, no sé si esto que cuento es real o una simple impresión, pero mientras estos hacían lo que digo, el equipo de Saborearte, o sea, Elena, Raúl, Dipi, Chiara, Lila, Silvana y un servidor, estábamos en la calle, dándonos besos, abrazos, achuchones, gritos y saludos de euforia extrema, como si hiciera mil años que no nos veíamos, la verdad que estábamos llamando un poco la atención y ellos no fueron una excepción.

Esta vez el orden tradicional del previo cambió, es raro porque Raúl es muy milimetrado y le gusta que todo se haga siempre siguiendo el mismo procedimiento. Yo que soy tan ritual, comparto su gusto, pero esta vez, por petición popular, la mayoría de mis compañeros lo solicitaron repetidamente, lo primero fue la merienda y luego la descarga y montaje.

La verdad es que en ese previo casi todo fue nuevo. Nuestro rinconcito del restaurante del Urban lo habían cambiado por mesas altas para picotear, así que nos tuvimos que buscar un nuevo lugar. Lo hicimos detrás de unos biombos. Allí montamos mesas y sillas a nuestro antojo y a reponer fuerzas.

Nueva también era Miriam, una chica muy, muy, muy trabajadora, simpática, pero algo silenciosa. Vino a sustituir a Rosa y también lo fue mi DNI. 

No sabéis la de gestiones que hice y la de vueltas que di para hacerme con uno nuevo. Me habían quitado, semanas antes, la cartera y mi objetivo era hacérmelo para no tener ningún problema con el check in del hotel.

Por cierto, este se hizo antes de la famosa merienda. Pues cuando feliz y contento fui a entregarle al chico simpático de recepción mi nuevo y exitoso DNI me dice: " Como te has alojado aquí con anterioridad, no es necesario"...

Acabada la merienda, que pasé casi al completo, charlando y riendo con las ocurrencias de Elena y bromeando con la nueva situación laboral de Raúl, subimos cada uno a su habitación a soltar sus cosas.

El plan era subir, soltar las cosas y bajar a descargar. Yo esta vez me entretuve un poco más de lo normal, ya que quise dejarlo todo preparado para después, o sea, extendí todas mis prendas sobre la cama y organicé todo el maquillaje en el baño. Listo, bajé, por cierto, no me gustaba mucho mi habitación, tenía bañera y no plato ducha, además era más pequeña de lo habitual y yo que soy animal de costumbre me desubiqué un poco.

Pero aún me sentí un poco más desubicado cuando vi que los únicos que estaban descargando eran Elena y Raúl. 

Yo tardé un poco más de lo normal y ¿todavía no había bajado nadie? Así que me remangué y me puse a descargar. Casi toda la descarga la hicimos entre nosotros 3. Cuando llegaron el resto de mis compañeros era poco lo que quedaba, pero lo más pesado, con lo cual y con toda mi cara dije: " Bueno, esto pesa mucho así que como sois jóvenes para ustedes yo no descargo más" y así lo hice.

¿Más novedades? Pues sí, al entrar en el comedor donde celebramos La cena de las emociones, no estaba casi listo para el evento, como es habitual, eso también me volvió a descolocar.

Como no sabía muy bien que se iba a hacer, me tumbé entre 2 sillas, cogí mi móvil y a esperé. Fue entonces cuando Lila me reclamó para montar la estructura de entrada y allí ya llegó el momento cumbre del previo, un momento que ya se ha convertido casi en icónico; Dipi, Lila y un servidor, trabajando juntos, montando, haciendo el tonto, picándonos y pasándolo bomba.

El resto ha sido muy llevadero y tranquilo, casi rutinario. Cada uno a lo suyo y mucho silencio. 

He terminado de decorar la entrada, he organizado la sillas con el atrezo y por último he contado, algo que no debo revelar, con Chiara. 

Tras eso he revisado todo y he caído en la cuenta de que no había bajado mi guion. Informé a los compañeros que iba a subir a mi habitación a por él, lo hice, publiqué una entrada en Instagram y bajé.

¿ Cuál fue mi sorpresa? Pues que vi que las niñas subían en el ascensor. Entré de nuevo en el comedor y solo estaban Raúl y Dipi, el resto se había marchado, o sea, el previo había acabado y yo no me había enterado de nada.

Tocaba descansar, solo eran las 19:00 y hasta las 21:00 yo no debía bajar, pero antes quise hacer algo. Aprovechando que Dipi estaba sola y tranquila le pedí repasar nuestras escenas. Lo hicimos y la verdad que fue coser y cantar. Nunca hemos estado tan fluidos, Dipi estaba de 10.

Repaso listo, pues a descansar...





 



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