viernes, 26 de enero de 2024

VIVIENDO LA HISTORIA DE MÁLAGA, OBSERVADOR ABSOLUTO.

 

Después de muchos cambios llegó por fin el día, vería la visita teatralizada en el cementerio inglés de Historia de Málaga Viva. 

Me daba un poco de pereza perder esa tarde libre, pero a la vez tenía unas ganas tremendas de ver en ese entramado donde me iba a meter y  sentía un poco de impresión, es normal, todo lo nuevo suele causar un poco de resquemor y mucho más a mí que soy enemigo de lo nuevo.

Mi futura compañera me mandó un audio en plan metiéndome prisa porque tenían que entrar al cementerio, ¡¡¡ yaaa!!!, para prepararlo todo, si yo estaba ya allí...no entendí...

Entramos, 3 eran los compañeros de esa tarde. 

Una chica, que también actuaba y era a las vez un poco la coordinadora, Miguel, el chico al que yo sustituía, que conocía desde hacía mil de Eventos con historia, y otro chico más, que llegó mucho más tarde.

Era nuevo en el elenco pero no en lo que me iba a ocurrir. Esta vez venía preparado, sabía que me iban a empezar a mandar cosas. 

A ver, la otra vez, en Cuento de Navidad, no entendía que para una sola tarde que iba a trabajar y pocas horas, mis compis no hicieran mis 2 o 3 tareas externas y yo las hiciera como uno más. 

Pero está vez,  lo veía lógico, si iba a hacer una sustitución y había un montón de cosas que montar, lo normal, es que me las enseñaran y las hiciera yo. 

Además iba en plan Lolo guay, decidme todo lo que sea, que voy a llevar sonrisón constante en la cara y comentaré todo con extrema amabilidad. 

Y así lo hice. Me subieron a la parte más alta del cementerio, donde me enseñaron todos los entresijos del lugar, el cual ya conocía y lo hice saber. 

A reglón seguido me probaron el vestuario, usado y sin lavar. ¡¡ Ay que momento más tenso!! Deseaba poder usar mi propio vestuario como hice en Navidad. De hecho en esa prueba dije que la camisa blanca sería mía y no era necesaria la prueba.

Después me pegué a Miguel, para seguir todos sus pasos, me convertí en su sombra, no quería perderme nada y ser su sustituto perfecto. 

Me sorprendió, a la vez que me encantó, la profesionalidad de este y por qué no decirlo la mía. Entre ambos nunca hubo filin pero esa tarde, parecíamos hermanos, juntos, atentos, amables, pendientes uno del otro, etc. Me pareció buen chaval.

Lo primero que hicimos fue poner todas las velas con las que él decora el cementerio. 

Me quedé rápidamente con la copla, había que formar un camino y  ponerlas por tumbas en distintos lugares, como lo segundo era una locura recordarlo, les hice fotos y así cero problemas. Camino que cambiamos cuando vino la coordinadora, por lo visto estaba mal.

Visitamos la segunda zona de velas, donde actué igual y pasamos, ya, los 3, a decorar el resto del lugar. 

Voluntariamente decidí ir encendiéndoles las velas y les quité tarea, eso le gustó a la coordinadora. 

Se cambiaron y comenzó la visita. 

No perdí puntada, la disfruté mucho, pero mi mente no paraba de crear y matizar. Pensaba distintos enfoques, posibles cambios,  para dar mas vida a mi personaje.

Esa visita me hizo sentir dos cosas: Una que me encantaría formar parte de este grupo y dos que no era tan agobiante lo que debía estudiar, puesto que mi texto no se estaba diciendo tan literal y el personaje dramático al oírlo, lo vi lleno de sentido, lo entendí y me gustó mucho. 

Salí con confianza y ganas de estudiar y estrenar.

Una vez acabado el pase, me despedí de mis compañeros y me dispuse a salir, pero me dejaron encerrado en el cementerio... porque... pensaron...que...eso. Tuve que esperar para salir.



Málaga, viernes 26 de enero de 2024.







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