miércoles, 5 de agosto de 2015

TODO MUY RAPIDO PERO MUY BONITO.


Muy rápido, pero que muy rápido pasó todo.

A mis compañeros les preocupaban dos factores,  uno era el tiempo y otro el tiempo, pero  a mí lo que me  preocupaba  era otra cosa, la altura.

Queridos lectores no hay ninguna errata, ni me he vuelto loco, preocupaba a todos el tiempo, meteorológico, puesto que Málaga estaba en alerta naranja por el calor y los compañeros del día anterior lo pasaron realmente mal y la duración del espectáculo que el viernes fueron más de cinco horas. Veis eran dos tiempos distintos, pero tiempos.

Pues eso a mí me preocupaba la altura, sabía que todo iría muy bien en cuanto empezáramos a actuar, de hecho le pedí a Edu interactuar con el publico previo a la actuación, pero el momento de espera...  No sé por qué pero como a todo el mundo le gusta tanto una vista panorámica, yo, pensaba que nos cambiaríamos en plena muralla. Para que viéramos las vistas de Málaga.

Pero vayamos cronológicamente, después de un baño en la  piscina, con mis padres,  donde intenté recuperar mis constantes vitales, puesto que  venía del cementerio, de una prueba de supervivencia. Entiéndase  un
lugar  sin agua y a más de 40 grados. Tras el baño lo preparé todo, no me gusta hacerlo todo a última hora, pero así tuvo que ser  y me fui para el parque, allí me recogieron Ángel y Juanjo.

El primer regalo fue que Ángel aparcó en un precipicio, con lo cual, yo me bajé del coche  como  alma que lleva el diablo y me fui para el castillo.

 Cuando entré, me dirigí al lugar de la actuación, el patio de armas, ya se encontraban allí los asientos, parte del atrezo y los pueblos dando vueltas, eso era un  hervidero de gente.

Me sentí un poco perdido, comenzaba mi temido momento previo. Pronto me encontré con Gertru y Cisco y ya me sentí más tranquilo, aunque el pobre Cisco me hablaba y yo pensando en lo mío, la altura, no estaba muy atento.

Al poco tiempo de estar allí, me dice Gertru que son las ocho y cuarto y que las puertas se abren a las nueve menos cuarto, con lo cual, no había tiempo material para nada ni mucho menos para pensar. Por cierto, Gertru esa tarde fue como un ángel de la guarda para mi, siempre muy atenta.

Nos llevan al lugar para cambiarnos y al entrar allí mis nervios se transformaron en nervios de ilusión, de ganas y de emoción.

Estábamos en el interior de una torre, rodeados de arcos, de murallas, con el suelo de piedra y en medio de todo eso, burros con ropa, mesas cargadas de maquillaje, cables, fotos y mucha
 gente deambulando, cada uno a lo suyo, que si vistiéndose, arreglando las armaduras, otros maquillándose, otros planchando la ropa. Fue genial, estaba en una mezcla entre un Sojo y las bambalinas de un teatro, había algo que me encantaba de aquella vista y mientras mis compañeros se afanaban en preparar todo. yo me quedé mirando aquello ensimismado, hasta que llegué a una conclusión,  parecía el rodaje de una película de la vida de Jesús, el back stage, lo que no se ve, donde siempre he soñado estar y  ahora estaba. Tan fantástico era lo que veía que le pedí a Cisco, mi siempre paciente Cisco, que me hiciera fotos  de  todo, se va a convertir en el fotógrafo oficial del blog, el pobre, gracias.


Pero bueno llegó el turno de maquillarme, no paraba de hablar, de estar con unos y otros, de saludar, de comentar, de bromear, Ángel me dijo que me encontraba muy nervioso, yo le dije que no eran nervios previos, pero si lo eran de emoción, ganas e ilusión.

Gracias Fran, porque su maquillaje era mucho más complejo que el mío, pero como yo salía antes a escena me cedió su turno amablemente. Marian, un encanto como siempre, no sabía que maquillarme hacerme, porque no estaba muy definido que lo Edu quería, pero tras una prueba, dio con el maquillaje perfecto. Marian es lo mejor para el previo de una actuación, con su mimo y su tacto te hace relajar al máximo, por cierto, Marian lo reconozco soy un incordio para hacerme las líneas de los ojos.

Me maquillé, me vestí, calenté la voz porque era algo muy necesario, por cierto, que muchos, de los allí presentes,  me miraban como un bicho raro, pero claro ellos llevaban todos micros.

Vestido y listo, después de saludar al Señor Zumaquero, a Santi y la llegada de dos grandes, María Ángeles y Javi Zumaquero, la primera dándome energías y el segundo haciéndome reír, apareció Edu y sin tiempo para  pensar,  no me dio tiempo ni a darme cuenta que estaba en el previo, Edu me anunciaba  que buscara  a Ángel y saliéramos a escena, el publico ya está allí.

Pues venga, con todas las ganas del mundo, ensayé la forma pasota de andar de Judas, cogí mi candil y a conquistar Málaga, eso me gusta a mí salir con la adrenalina a tope y no con mil horas previas de espera.

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