UN LUGAR ESPECIAL PARA UNA LECTURA ESPECIAL.

Venia de un ensayo de Aquí no paga nadie, había ido bastante bien.

Era viernes 31 de julio de 2015, la ola de calor, de toda la semana, parecía  que estaba remitiendo.

 Me fui a imprimir mi nueva obra. Tras ello, pasé por el centro y pensé  que en vez de ir a casa a leerla, debía de hacerlo en un sitio especial.

 Y que más especial que en el parque de Málaga, mi fiel compañero de las carreras mañaneras, donde me dejo el hígado con el calor. Si este parque me acompaña en mis horas difíciles por qué no hacerlo ahora, al caer de la tarde, fresquito, resguardado en un lugar, en la sombrita, relajado, con tiempo, tranquilo, rodeado por plantas exóticas, me tumbé en un banco y me dispuse a leer la nueva pieza.

Es obra de Alberto Ríos, y poco más puedo decir, empecé a leerla con curiosidad, en un principio parecía que todo estaba muy claro, pero a medida que voy leyendo aquello, va dando un giro, los personajes evolucionan de una forma impresionante.

La pieza tiene treinta hojas y se me pasaron en nada, en menos de media hora estaba todo leído, iba viendo cada escena en mi cabeza, mi personaje me parece genial y el casting muy bien realizado.

Me fui con el gusanillo en el estomago de la emoción por empezar, dos días tardé en escribirle a Alberto para contarle lo contento que estaba con la pieza y haberme elegido.