VERANO AZUL, SE MANTIENE EN EL TIEMPO.

Dicen que una obra de arte se mantiene viva a lo largo del tiempo. Eso es así y no hay duda.
Este verano, 2014,  han vuelto a reponer, por enésima vez, la serie de Antonio Mercero, Verano Azul.
He vuelto a verla, pero este año lo he hecho junto a mi sobrina de ocho años. Me ha sorprendido como la serie le ha impactado, se pasa el día cantando sus canciones, viendo de nuevo sus capítulos, se ha quedado encandilada por la naturalidad y la simpatía de Tito, ha llorado en los capítulos finales.. etc, o sea, treinta años después se han vuelto a repetir, los mismos comportamientos que yo, su padre, mi madre o media España tuvo cuando la vimos por primera vez en 1981.
Me parece muy fuerte y me ha sorprendido mucho como aun sigue tan viva y tan vigente.
Además este año lo he podido ver con los ojos de dos generaciones, la de mi sobrina que ha visto la parte más divertida de la serie, y  yo que he visto que la serie tiene mucha más profundidad.
Me impresionó el capitulo No nos moverán, donde se tratan un tema, muy actual, los desahucios pero Mercero te lo trata de una manera tan sutil, donde todo lo hacen por amistad, donde te dan a entender unos valores y una forma de actuar, que te hace involucrarte en el tema, casi sin querer, no como ahora que todo es tan evidente que te provoca rechazo.
Después una serie donde se trata la amistad y pasan tantas cosas durante tantos capítulos que te tienen enganchado en cada episodio, no como ahora, que todas las series son idénticas, una pareja que se ama pero por algo se separan, pero sabes que al final se van a unir, en cambio Mercero se curró los guiones de esta serie.
Además con ella se vive una realidad que yo viví cuando era pequeño, los decorados naturales están perfectamente localizados, no hay un solo fallo de record, pese a rodarse durante un año seguido.
Lo dicho me parece una obra maestra, creo que ninguno era consciente cuando lo hicieron, de la obra maestra que estaban realizando.
Chapó a ese maestro llamado ANTONIO MERCERO.