viernes, 15 de mayo de 2015

EL RODAJE EN "VELVET".


Tras mi encuentro con Raúl Arévalo y mientras iba amablemente hablando con él por  un pasillo estrecho, lleno de andamios, cosas y paredes blancas y sucias, llego a una esquina del set.

Pensaba que me llevarían al set,  a rodar, pero no es así, me llevan a un rincón oscuro. La chica de Granada nos abandona, voy riendo con Raúl y me encuentro de pronto en ese rincón oscuro, solo y abandonado.

Allí hay una mesa con un mantel negro, café, guiones, Carlos, el director, una chica, Marta, Raúl y Javier Rey. No sé que hacen allí, no sé porque me llevan allí.

Todos me miran, debo salir del paso, no sé que tenemos que hacer allí, pero debo demostrar seguridad  y profesionalidad.

Saludo cortésmente, al director con una sonrisa, porque ya lo conocía. Javier me sonríe y yo a él. Al ver los guiones, me doy cuenta que van a plantear la escena y hacer lectura.

Demuestro seriedad, no llevo el guión, pero ni en sueños se me ocurre decirlo, me siento como si llevara toda la vida allí.


Comienzan a trabajar, es emocionante ver a todos peinados, maquillados, arreglados y están allí, repasando, poniendo la secuencia en pie y eso me encanta. De nuevo soy FELIZ.

Van creando al momento, siguiendo las indicaciones del director, según son sus personajes. Es verdad que en televisión hay rapidez, pero me encanta su profesionalidad.

Cuando llega mi parte, digo  mi texto, dándole la mano a Javi y trabajando con seguridad.

El director me pregunta si soy andaluz y me pide que haga el texto en andaluz, que es un acento muy divertido, algo que Raúl celebra muy animado y yo digo en  voz alta que llevo  cuatro años intentando quitarlo.

Se hacen tres pases, en los dos últimos se ponen de pie y yo me levanto

Después pasamos al set y empezamos.

Allí no estaba nervioso.

He hecho cortos donde me he puesto mucho más nervioso, donde no he sabido que hacer, ni como, pero allí estaba seguro al cien por cien, seguía las indicaciones al dedillo, mientras estaba sentado, pensaba en Víctor Castilla y su consejo: “ Haz siempre que se te vea, no seas uno más, ellos ya te dirán algo si no les gusta”, en los cuatro años de escuela, “ la escucha”, “ la circunstancias dadas”, “ estar en tu papel”, “ el control postural”, consejos de Enrique García “ sonreír sin abrir la boca”, “ mantener el andaluz”

Pero todo supercentrado, no sé como habrá quedado, pero creo que hice lo que me pidieron.
 
Trabajar en la tele es como hacer un corto, pero mucho más profesional, mucho menos molesto, está todo  organizado y la cámara no te impone, no me di cuenta en ningún momento que estaba

. Y de verdad que estaba disfrutando y hubo momentos donde me sentía en la situación de la escena y ajeno a lo que había a mi alrededor.

Me encanta el momento de arreglar, donde te ibas a un lugar del set y te retocaban ropa, maquillaje, etc., siempre pidiéndote perdón y dándote las gracias.

Tras repetir tres veces una secuencia, se cambio el plano y se hizo dos veces y acabé.

Me despedí de todos y me fui. Rápidamente me cambie de ropa y otro coche de producción me llevó a la estación de bus.

1 comentario:

  1. E S P E C T A C U L A R....y esto es solo el principio...en breve esto sera historia y nos aconstumbraremos a este tipo de entradas...es mas...creo que la cosa te ira tan bien, que no tendras tiempo de escribirlas....

    Te quiero.

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