viernes, 15 de mayo de 2015

PRE "VELVET".



No sé lo que siente uno cuando ve a su hijo por primera vez, no sé lo que siente alguien cuando le dan un óscar, cuando oye su número, en la televisión, el día de la Lotería de Navidad o lo que sienten los de un equipo cuando ganan una copa, pero lo que yo sentí cuando vi ese cochazo dorado y un chico apoyado en él esperándome fue FELICIDAD, en mayúscula y me dije: " ahora sí, aprovéchalo, vívelo, disfrútalo, si Dios te lo ha dado es para ti y aprovéchalo".

Me senté delante con él, en el asiento del copiloto y el viaje fue magnífico.
 El chico, Juanjo, era un encanto, por cierto, de procedencia malagueña, hablamos mucho de televisión y series, era el chofer, pero era mi primer contacto real con el mundo profesional.

Al rato fuimos a casa de la actriz Marta Haza, la recogimos. Rápidamente me presenté a ella y fue simpatiquísima, todo el camino hablando entre los tres, como si nos conociéramos de toda la vida.  Hablamos de hobbies, hamburguesas, Andalucía, Benidorm, deporte, trabajo, sobre todo trabajo.
Después de un viaje larguito, de pronto, unas naves y en naranja…EL LOGO DE ANTENA TRES y en un apartado especial, los escaparates de Velvet.

Bajo del coche, agradezco y me despido muy contento de Juanjo, por cierto, él me informó que yo acababa a las 19: 00 y mi querida Alba, me sacó mi billete de vuelta del bus.

Llegué y nadie me esperaba, aquello no era como yo había imaginado en mis sueños, no había alguien de seguridad, una recepcionista, un ambiente supermoderno, nada de eso.

Paredes blancas, con algunas manchas, un pasillo largo, algu
nos figurantes y nadie más.
Me anduve todo aquello hasta que me encontré a una chica, con auricular, la saludé y en cuanto le dije que era Lolo me recibió muy bien, al poco me enteré que era de Granada y nos unimos, andaluces en acción.

Me metieron en maquillaje y peluquería. Allí Ana y Belén me trataron como un rey.
Me recortaron el pelo y me tuve, yo, que afeitar mi barba, pero me daba igual.
 Disimuladamente miraba todo lo que había a mí alrededor, no quería parecer un pardillo, pero tampoco quería perderme nada.
Tras eso, a maquillarme.
 Nunca he visto nadie tan preocupado por su trabajo. Qué trato, qué amabilidad,  me dió consejos de maquillaje en el  trabajo. Comentaros si son detallista con su trabajo que estuvo  casi veinte minutos para arreglarme mi bigotillo...

Me presentaron al director, Carlos, muy amable. Este me  preguntó que cómo me veía mejor, con o sin bigote, que estaba previsto sin él. Yo le  dije que con él y así fue. Esa manera de tenerme en cuenta me dejó loco y me dió seguridad.

De allí a vestuario, prueba de ropa, donde un señor, un poco seco, que después se convirtió en un tío genial, estuvo pendiente de mí.
Me decía que mi personaje,  era un tío repollo y así tenía que ir. Me encantó su forma de entusiasmarse por su trabajo.
 Como cada detalle de mi ropa era mimado y justificado al máximo. De hecho después cada vez que pasaba por el pasillo donde yo estaba me saludaba o sonreía, hasta me tocó la rodilla en señal de apoyo.

Ya vestido y arreglado, donde me pusieron tirantes para subirme los pantalones y me cogieron los bajos en el momento, trucos de la tele… jejejejeje.

Como digo ya vestido me encerré en el baño, para hacerme fotos y enviar a todo el mundo, que ese día desde Málaga y vía móvil estaban detrás de mí.

Me llevaron a que me viera el director, al set de rodaje, y diera su visto bueno. Lo dio.

Al salir, las figurantes, me dijeron que parecía un contable. Se lo dije a la chica de Granada y me llevó orgullosa a maquillaje, donde Marta estuvo hablando conmigo.

Y llegó  la espera, fue de una hora aproximadamente, pero me dijeron que no tardaría mucho. Estuve sentado, paseando, cargando el móvil, haciéndome foto con las figurantes, hablando con ellas, viendo su buen rollo y muchas veces repasando el texto, entonándolo, mirándome en el espejo etc.

Hasta que me buscó la chica de Granada… "Lolo te toca", fue el momento más sereno del día, tantos años de trabajo, de estudios, de esfuero y lucha, se iban a demostrar ahora. Los nervios no  iban a poder conmigo.

Ya estaba tranquilo, pero llegó  el gran momento,  mi encuentro con Raúl Arévalo, gran actor de moda. Al que dedicaré una entrada especial, pero que me dio mucha  seguridad. Gracias.













1 comentario:

  1. Que bien te queda el bigotillo....y que sepas que te van a llamar mas veces...recuerda lo que siempre te digo: El que siembra recoge...y tu no paras de sembrar...

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