martes, 12 de mayo de 2015

VOY A CAMINO A SIERRA YEGUA.



A penas pude dormir la noche anterior, estaba cansado, pero también tenía ganas de despertar, sentía un extraño gusanillo en el estomago.
No sabía que me ocurría hasta que me di cuenta, de que estaba expectante de que sonara el despertador, deseaba levantarme y tener una nueva jornada de viaje, espera, actuación y vuelta, con mi Xurde y nuestro Quijote.
Si la vez anterior que fue todo más improvisado, por la falta de tiempo y lo disfrutamos, esta vez, sería mucho mejor.
Llegamos puntuales a la cita con Diego, previo había recogido a Xurde en su casa, que por cierto, también lo vi cargado de energía y positividad.
En la gasolinera de la cita echamos el primer café y luego al bus.
El viaje fue muy ameno y mucho más corto que lo que todos preveían, que si dos horas, que si tres horas, que si hora y media. La cosa es que antes de las once estábamos ya en Sierra Yeguas.
Durante el viaje, charlamos, nos contamos cosas íntimas… je,je,je,je, reímos y repasamos el texto. Por cierto, las vistas eran preciosas, todo muy verde, no parecía el sur. Xurde bromeó, con que era Asturias, su tierra natal, también  vimos el pantano de Teba.
Como llegamos muy pronto, la actuación era a las doce, aparcamos a las afueras del pueblo y Xurde se fue a por su segundo café yo le acompañé, había tiempo de sobra.
Yo no soy muy amante de los pueblos, pero este me encantó, tenía el encanto de un pueblo de toda la vida, sus casas bajas, pintadas de blanco, su gente amable y sencilla que nos saludaban por las calles, todo rodeado de montañas, una claridad especial, mucho movimiento, me quedé con ganas de visitar el mercado que lo vimos de lejos.
 Lo primero que vimos fueron dos casas de hermandad, quizá por eso me conquistaron nada más llegar. Eso sí me llevé un chasco porque la Iglesia estaba cerrada.
Tras el segundo café y una charlita al sol, en la terraza del bar, relajados y tranquilos, nos fuimos para el bus.
Donde sin prisa, ni pausa, lo preparamos todo, todo fue coser y cantar y a la hora en punto llegaron los niños, que por cierto, no eran tan niños y comenzamos las funciones.
PD: Atentos a las cortinas que nos encontramos en una casa, cuando íbamos para el bus, ESTAMOS XURDE Y YO…JE, JE, JE.


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