martes, 19 de mayo de 2015

MÁS QUE "CICATRICES", HERIDAS.



Voy en tren, de nuevo en tren y de nuevo de viaje. Renfe debería hacerme precio especial  o ponerle a la estación de Málaga mi nombre.
Acabo de releer Cicatrices en la memoria, en estos momentos voy  a ensayar con Anai y Salvi, hoy viene Antonio, su pareja, que será el encargado del vestuario.

En vez de repasar el texto una y otra vez, he decidido, volver a leer la pieza y al acabar me he dicho: “qué buena es”.
Me he sentido satisfecho de hacerla, pero hay matices, palabras, expresiones, que de tanto ensayar hemos viciado y ahora las veo con un nuevo matiz. Hay cosas que quiero meter  tengo muchas ganas de ensayar.

Así me sentía cuando llegué a la estación de Torremuelle el sábado, 15 de mayo de 2015, para ensayar.
Mi Anai me recogió y nos fuimos a su casa, al llegar nos pusimos a leer escenas, lo propuse yo y nos vino bien, luego nos vestimos.

Cuando llegaron todos y viendo Salva que estamos calientes, hicimos directamente un pase completo de la pieza.

No digo nada más, solo, que al acabar, me dijo Salva:” Manuel, él me llama así, no diré nada porque está Antonio, pero no sé si castigarte o matarte” y tenía razón, no sé que me ocurrió pero no era Teo, estaba mal, desconcentrado, con unas entonaciones de instituto, aburrido, desganado. Para nada estaba metido en Teo. 
Teo no apareció en ningún momento  y si la cosa iba mal, no mejoré cuando la dicción empezó a fallar.

Anai hizo un monologo soberbio, me puso los vellos punta y fui un privilegiado al oírlo en primera mano.

En un principio no sabía porque tanta ilusión había acabado tan mal, pero luego saqué una rápida respuesta, Teo había perdido su barba y por tanto, no estuvo  presente.
Lo que digo es cierto, Teo es un hombre muy macho y tiene un aspecto físico definido, pero cuando me vi en el espejo, antes de ensayar, con la ropa de la obra, no era Teo, sin barba, 
era yo medio disfrazado y entonces empecé mal, seguí peor y acabé horrible.

Salva me dijo que no me preocupara, pero que eso no se podía repetir.

Después comimos juntos en una preciosa jornada, por cierto. No hay fotos porque me dio fatiga pedirlas después de la caca que hice.

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