viernes, 7 de octubre de 2016

ALTERNANDO, TELEFONO, RISAS, NEGOCIOS Y TRANQUILIDAD EN EL CEMENTTERIO.

 
Voy camino a mis clases de teatro. Hoy llevo un programa  muy completo. Pero quizá muy serio y creo que puede aburrir un poco a los alumnos.Pero quiero dar teatro y no sólo divertimento. A ver como sale. Yo tampoco voy muy seguro.


Esta noche,  además, me despido de Alvin Karpis y  como es tradición, ayer, jueves 6 de octubre del 2016,  fue el ensayo general.

Voy a contaros como fue. De nuevo hubo bastante público. Iban como invitados  miembros de la Agrupación de Cofradías, pero creo que entre los asistentes,  los que menos había eran  mienbros de esa institución. Hubo más familiares de actores. De nuevo, también fueron, los miembros de la familia Loring.

Los Loring, tan encantadores como siempre, pero esta vez no estuvieron tan animados conmigo. Claro está, era la segunda vez que me veían, pero si comentaron algo cuando yo salí  y al irse me saludaron tan cariñosos como siempre.

Quien sí estaba entre el público era Sara, qué niña más linda, ex compañera de La Sala, en cuanto salí la vi de lejos y pensé que quizá podría ser ella y luego descubrí que si era y me gustó verla, pero sobre todo, cuando acabé, me gustó su abrazo sincero y sus felicitaciones. Qué alegría ver a la pequeñita Sara ya tan grande y recordando nuestros inicios con Unicaja, ella haciendo de niño y yo de ayudante de fotógrafo.

Al final, no pude escribir la entrada completa durante el trayecto  a la academia y esta segunda  parte la escribo en casa, mientras veo televisión y no sé por qué paso mucho calor.

Os cuento, al final la clase ha ido, de nuevo, muy bien. Quizá como dije, el programa de hoy era menos divertido y los alumnos han estado más serios, pero hemos acabado muy bien.

Bueno sigo hablando del ensayo general de ayer, salí a la calle de noche, eran cerca de las nueve menos algo, que pocas ganas de irse a trabajar con todo oscuro. Después de estar toda la tarde en casa haciendo cosas, salir de noche y oler, ya, a otoño es muy desagradable.

Se me hizo corto el camino y llegué muy pronto al cementerio, entré y no había nadie, estaba todo muy solo, muy tranquilo, a penas vi a nadie, no había vida como la otra vez, todo estaba, silencioso, oscuro, desolado y demasiado tranquilo.

Entré  a la " sala-camerino" y allí solo y tranquilo, me maquillé y me vestí, pero eso si no pude hablar con mis compañeros ni con  nadie,  primero porque estaba solo y después porque me llamó por teléfono Juan, mi compañero de Teatro Bus y pasamos casi 22 minutos hablando. Cuando acabé vi una llamada de otro compañero, esta vez  del Botánico con él  estuve hablando 27 minutos.

Todas llamadas de negocios, que profesión más poco agradecida a nivel economico, por Dios.

Por ello, estuve casi todo el tiempo aislado del resto de compañeros y cuando ya pude relacionarme eran las 21:45 h.   

Empezó el espectáculo y me fui, a la
"sala-camerino" de  las chicas, a esperar.

No podía hacer más calor allí dentro. En todo   el verano he pasado tanta calor. Era horroroso estar allí. Pero como la compañía era estupenda me lo pasé bomba, Luisa, Lulú y la chica del piano, que no sé cómo se llama, siempre se me olvida pero es genial. No paramos de reír, de decir tonterías,  de meternos  unos con  otros y contarnos cosas muy intimas.

Por cierto, Luisa me dijo que estaba muy subido y con muchas ganas de reír y era verdad, porque estaba muy tranquilo. El no tener ningún tipo de responsabilidad, ni presión ayuda para estar muy tranquilo y disfrutar de lo que te rodea.

Luego fueron apareciendo compañeros; Javi, Toni, Angeles y demás y fueron uniéndose a nuestra " fiesta privada".


Llegó el momento de salir y la "sala-camerino"  se llenó con todos los compañeros que no paraban de hablar y era muy complicado, para nosotros, saber cuando teníamos que salir.

Creo que salimos un pelín tarde, porque  tampoco sabíamos cuando era el momento exacto para salir. 

Y salimos, el lio inicial, fue eso, un poco lioso, porque había mucho jaleo entre nosotros, después comencé mi escena y la noté fría, por nosotros y por los espectadores que estaban un poco fríos o excesivamente fríos. Pero bueno, salió bien y poco más que decir, estuve contento, tranquilo, pero tampoco era para mucho más, tenía el cuerpo controlado y la fuerza del personaje, pero quizá el acento un poco perdido.

Pero como siempre, era un ensayo general y tampoco hay mucho más que contar o destacar porque un ensayo general, no es más que eso un ensayo.

En tres horas me despido de Karpis y hay que echarle en cien por cien.
 


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