martes, 4 de octubre de 2016

BELLO " BROCHE DE ORO" PARA LA " BELLA" JARIFA.


Hoy, domingo 2 de octubre del 2016, nos hemos despedido de Cartama, de su mercado medieval, de Hassan, Abencerraje, Jarifa, Rodrigo de Narváez y Felipe. Además nos hemos despedido a lo grande,  nos ha despedido el mismísimo alcalde de Cartama.  Je, je, je.

Mi compañero José y yo, a punto de acabar los pasacalles, hemos oído ruido en el teatro de la localidad y hemos entrado. Había un espectáculo de danza del vientre, después de unos minutos allí, nos disponíamos a salir y nos hemos encontrado al alcalde y a varios miembros de su corporación, algunos muy cariñosos con todos nosotros, puesto que nos ha agradecido mucho nuestra participación y nos ha dado la enhorabuena. Al salir del teatro  nos pusimos a interactuar con el público y los miembros de la corporación, nos  acompañaron hasta el ayuntamiento, donde nos cambiamos y nos pidieron que esperáramos al resto de compañeros para sacarnos juntos una foto.

Por tanto, lo último que hemos hecho ha sido una fotografía en la puerta de la sede del ayuntamiento junto al alcalde,  poniendo así el broche de oro a estos tres días de trabajo.

Aunque hoy he pasado prácticamente el día durmiendo, bien en la cama, bien sentado, bien en el sofá de siesta, he ido  a Las noches de la bella Jarifa, más cansado que nunca, bueno no iba cansado iba prácticamente dormido.
Es verdad,  que hoy la jornada empezaba antes y Steven nos ha recogido a  las 17:00 horas.  Yo iba zombi, pero al montarme en el coche, todos iban igual y al recoger a José creo que venía de su casa aun dormido pero con los ojos abiertos.

Por tanto, el viaje a Cartama, que es poco trayecto, se ha hecho largo y en silencio, o sea, todos éramos muñecos más muertos que vivos.

Al llegar y aparcar nos hemos dirigido al ayuntamiento para cambiarnos. Los tres  camellos, amarrados, con bozal y cargados de niños y adornos que han andado por las calles de Cartama en estos días, tenían mejor cara y  más ánimos que nosotros cinco.

Yo al final, me alejé un poco del grupo y estuve mirando  lo que me rodeaba. Vuelvo a decir que  me ha parecido que todo estaba muy bien montado. Además había mucho público,  sol y una temperatura de verano. Me  parecía que  estaba en Ibiza.

Llegamos y una persona, que siempre suele dar malas noticias, hizo lo propio y la verdad, que de nuevo, se creó un ambiente regulero. Entre que íbamos dormidos y las "buenas nuevas" estábamos ya para el arrastre. Llegamos justo de tiempo así que sin pausa pero sin prisas, a las seis en punto, guapos y lustrosos, nos íbamos para la calle.

Entre el sol, la hora, el calor y que en ese momento, había muchas personas "con una felicidad extrema"   nos hizo pensar que el día se haría largo, pero para nada, de nuevo se me ha hecho muy corto.  Me lo he vuelto a pasar muy bien y creo que se ha creado, ya, un buen nivel de trabajo y hasta cierta confianza, especialmente entre mi compañero, José y yo. Aunque si he de decir que hoy las piernas me pesaban como quintales y me dolían como lo más grande.

Si ayer, el nombre de Felipe, mi personaje, se oía por todas partes, hoy de nuevo a ocurrido lo mismo, en la primera batalla, José me cambió de nombre llamándome Florindo, pero en la segunda y tercera volvió a llamarme Felipe, a mi ese nombre me gusta más. De hecho paseando por las calles del mercado, un gran grupo de muchachas que habían sentadas en la terraza de un bar, me saludaron por mi nombre: " Hola Felipe, salúdanos como tú sabes" y le sonreí y les mandé un besito. Después, tras una batalla me encontré a un muchacho que me saludó también por mi nombre:” Que tal Felipe".

Que arte, al final, Cartama se quedó con Felipe.

Las batallas las he disfrutado, pero la primera la hemos hecho en una plaza, para todos los niños que esperaban al mago,  en esa si me sentí un poco más cortado porque la esencia de mi personaje es para mayores y no para niños, pero pese a eso me sentí bien, sobre todo me gustaba el lugar. Era de día y estábamos en  la plaza del pueblo, rodeado de puestos medievales y molaba.

En la segunda y tercera batalla me sentí mucho más metido y más en mi papel, de hecho había una señora que nos defendía a los cristianos y otra que no paraba de hacerme foto y señalar para mí y reírse cada vez  que me movía.

Ayer eso sí, nos descocamos más, hasta canté Se me enamora el alma, de Isabel Pantoja. José y yo paramos para merendar unos dulces de chocolate, entramos en un bar a pedir un vaso de agua o nos fuimos a comprarnos un paté de queso.

Nora vino parte del recorrido del pasacalle con nosotros y lo pasamos muy bien, todo el camino pinchándola y metiéndonos con ella. Nora incluso ayudó al mago participando en el típico truco de la guillotina.

La segunda hora de pasacalles estaba el pueblo plagado de personas mayores y en la tercera el mercado pasó en un segundo de estar abarrotado a no haber  nadie. Eso hizo que no alargáramos los pasacalles más del tiempo previsto, puesto que  nos informaron que quizá había que echar horas extras, pero gracias a Dios no fue así.

Lo dicho ha sido tres días de trabajos muy buenos con grandes profesionales, compartir y conocer a José Vera ha sido un placer, trabajar por fin con el afamado Paco Pozo, que es un gran profesional que  lleva su trabajo muy en serio. Él curra igual haga lo que haga, quiero decir, no que repita personaje, sino que le da a todo el mismo nivel de importancia y de Nora y Steven, pues nada que son grandes y que es un gustazo trabajar con ellos y haberlos conocidos.

Además esta vez Nora no mandaba y pude vengarme de ella.Je, je, je.

 




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