lunes, 27 de noviembre de 2017

LLUVIA GORDA DE SOLEDAD.


Voy con ganas de reencontrarme con Simón, pero... tampoco tengo muchas ganas, tengo la sensación de que va a ser algo difícil.
 
Es domingo, 26 de noviembre del 2017 y voy camino al ensayo de Lluvia fina, a ver cómo nos sale.

Hoy voy con mis tareas hechas, ya que, he repasado el texto, traigo parte del atrezo y para ensayar más cómodo llevo, también, parte del vestuario.

He cogido la línea número 15 de la EMT y  me acompañan dos señoras que van al rastro y comentan todo lo que ven por las ventanas del autobús, eso me ayuda porque el trayecto de la línea 15 es larguísimo y quiero tener la cabeza ocupada.

Ahora hay más personas en el bus,  pero cuando me he montado, a las 10:47, estábamos, solamente, una señora que olía a Male de Jean Paul Gaultier, mi colonia de juventud y fiestas, me ha transportado a mis años mozos y un señor que nada más subir me ha obsequiado con el himno del Málaga.

Se bajaron las señoras, voy a concentrarme para el ensayo. Voy raro...

Llegué más que puntual a mi cita en La Térmica. Llegué sobre las 11:14 y esperé a mis compañeros, estuve todo el rato hablando por Whatsapp con Gloria y pensando en cosas, repito,  quería tener la cabeza distraída.

Mis compañeros entraron, también, muy puntuales a las 11:30, justos, a La Térmica, estos eran Fernando, Pepa y Adri.

Nos saludamos, esperamos que Pepa comprara agua y nos subimos a ensayar.

El azar, la fortuna o no sé qué, hizo que nos dieran la sala El Burgos, para ensayar, no nos dieron la que nos solían dar. ¿Fue el azar?, da igual, pero menos mal porque eso nos ayudó a no recordar demasiado.

Pero era imposible no recordar, se sentía la soledad, se palpaba que Nacho no estaba, yo no podía parar de ver imágenes suyas a mi mente venían mil y una imágenes de él, sonriendo, andando por aquellos pasillos, explicándonos cosas...

Éramos cuatro personas, cuatro actores, con una carrera ya muy dilatada, tanto Pepa como yo, hemos hecho ya mucho teatro, Fernando es un profesional nacionalmente reconocido y Adri es la que lleva menos, pero tiene una madera que te mueres, pero ayer, parecíamos cuatro principiantes, estábamos inseguros, con miedo, en una palabra solos. Nosotros sabemos hacer ese trabajo solos, no es tan complicado, ya digo, tenemos experiencia, pero ayer, estábamos solos, por una soledad impuesta y no queríamos hacerlo, nos faltaba un puntal y ya digo todo salió muy bien, pero estábamos como perdidos, como asustados.

Fernando tomó las riendas como director, pero sus indicaciones eran tímidas y de nuevo con algo de miedo, como pidiendo nuestro consentimiento antes de hacerlas y todo era porque no estábamos a gusto allí.

Recuerdo el sol y el cielo azul. Desde la habitación que nos dieron, muy larga pero muy estrecha, entraba mucho sol, tenía unos ventanales enormes, desde donde se veía el mar y mucho cielo, mucho cielo azul, pero ese azul del mar y del cielo de Málaga de invierno, que es precioso y repito mucho sol. Mucho sol que nos entraba por esas ventanas y nos daba en la cara, era algo tan bello que nos venía de fuera, para darnos ánimos y ganas de seguir. ¿De dónde venía tanta luz? pues yo que sé. Ayer allí no fui consciente de eso, pero hoy el recuerdo que me viene a la cabeza es ese, esa luz, ese calor y esas bellas vistas.

Y dentro los cuatro pajarillos solos, trabajando, pero solos, muy solos, muy vulnerables, con mucho frio. Lo más feo era mirar que actuabas para una pared, que frente a ti, no había, nadie mirándote, nadie sentado atusándose el pelo y pendiente del tiempo, del ritmo y de nosotros. Ayer estuvimos huérfanos, solo teníamos enfrente la pared y esa luz que nos daba calor y energía.

Hoy haremos un nuevo ensayo, donde Fernando nos pidió que, ya, lo hiciéramos, con energía y ritmo normal.

Ayer teníamos previsto ensayar hasta las 13:30 y salimos a las 13:25, o sea, que fuimos unos currantes. Fernando traía muy bien organizado todo y todos cumplimos como titanes: primer pase, solo de texto, segundo con movimientos pero sin energía  y al final un pase completo.

Si debo decir que el pase completo no dio tiempo. Yo empecé muy rápido el pase con movimientos, pero luego fuimos ralentizando los textos y lo hicimos casi normal. Si repetimos la escena final.

Hemos superado esa prueba de fuego, pero como ayer dijeron en tu homenaje Nacho ya no se llora más ya a trabajar como a ti te gustaba, así que, en el ensayo de hoy a darlo todo, a hacer la comedia muy cómica y con mucho ritmo, como ayer me pidió  Fernando y a hacer fotos, que ayer fue un ensayo muy íntimo y muy nuestro como para hacer fotos, pero hoy vamos a por todas.

Nacho se te quiere.





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