miércoles, 1 de noviembre de 2017

NO ES SERIO ESTE CEMENTERIO, ASÍ FUE NUESTRO "MUNDAMORTIS".


Si fueron doscientos kilómetros los que me pegué para actuar en Mundamortis, muchas más fueron las horas que esperé desde que llegamos hasta que actuamos. ¡CUATRO!.
 
Cuatro horas de espera y menos mal que hubo un pequeño motín y la organización de Eventos con historia nos dejó llegar a las 16:00 y no a las 13:00 como en principio se planeó.

No sé qué me pasa pero odio que me citen tan pronto para actuar. Siempre me llega el mismo pensamiento: "¿Qué haré tantas horas muertas?", " Yo no necesito tanto tiempo", " Me  tumbaré a dormir y descansar"...

Normalmente, esas horas muertas luego no existen y esta vez tampoco existieron, porque si en el viaje me lo pasé bien, mejor me lo pasé en las horas previas a la actuación y además no tuvimos casi tiempo de espera.

Lo primero que sentí al llegar, fue ganas de matar a Raquel, sabéis que no me gustan las alturas y hablando con ella en Málaga, me dijo que el cementerio de Monturque estaba en lo alto de un monte, pero que no se notaba la altura porque eran montañas muy suaves y no encrespadas, pero cuando íbamos en el coche, llegando, dijo Adri: " Ahí es donde actuamos" y era en lo alto de una montaña muy encrespada, me acordé de toda su gente. En cambio, al subir, era tal cual me contó Raquel. Se notaba que estabas en alto pero para nada te daba sensación de vértigo, era una altura muy suavizada con casas y demás.


Raquel no te enfades ehm, que es broma, de hecho lo hablé con ella personalmente, luego como es ,como es, nos cuidó mucho, puesto que justo antes de empezar, sobre las 20:00 cuando ya empieza a entrarte la guza, nos ofreció, a todos, dulces y empanadas de carnes. ¡Qué madrazas son! Como es un grupo donde hay muchas madres, pues nos cuidan muy bien, somos sus hijos.

Pero para hijos el suyo, Mario, que hizo un esfuerzo titánico por estar en Monturque, después de pegarse el palizón del siglo. Otro artista. ¡Qué dominio del violín! y ¡Qué ilusión me hizo, de nuevo, oír su versión de Caridad del Guadalquivir! Pero si la madre y el hijo son artistas, el marido lo es aún más. Este no actúa, este es natural.  Entre pase y pase, esperó con José y conmigo y sus comentarios fueron geniales, me reí lo más grande. ¡Qué humor más negro y más fantástico! ¡Se me olvidaba! Raquel te eché de menos. Cuando nos tocó el momento de salir a saludar, salí, sin gafas, a un sitio oscuro y lleno de cuestas y escaleras, no veía NADA y me acordé de mi esposa, mi cicerone, que me llevabas de un sitio a otro.

Llegamos  a las 16:10 y entramos directamente al museo del cementerio, que era el lugar donde nos cambiaríamos y esperaríamos y eso hice yo, prepararme.

Todos se fueron a ver a Edu pero yo me quedé allí, organizando y ordenando todo.

Cuando ya estaba todo listo, a las 16:30 los cinco fantásticos, José, Alex, Adri, Javi y yo nos fuimos. José ya había visto el cementerio y  le pedimos que nos lo mostrara. Me encantó el momento de investigar de manera "no oficial" por el cementerio de San Rafael.

Normalmente, cuando visitamos sitios así, los altos cargos nos reciben, oficialmente, nos enseñan y nos explican los sitios. Cosa que agradezco mucho, pero yo prefiero ir a mi bola, como hice en más de una ocasión el pasado sábado 28 de octubre del 2017.

La primera fue con estos chalaos a ver la cisterna romana, por cierto repito, me encantó. De verdad, que lo pasé muy bien, haciendo el tonto cada uno a su manera.

Después nos fuimos a prepararnos, tras una charla de Edu a las 17:05 empezamos con maquillaje y peluquería. Yo me maquillé solito en mi rincón del museo junto a Ángel y Librada.

Librada fue el gran descubrimiento de la noche. Empezamos hablando de nuestra forma de vestirnos y nuestro vestuario, banalidades y acabamos teniendo conversaciones muy interesantes sobre chocolate y amores. Me parece una mujer con mucha energía, muy interesante, muy divertida y muy guapa.


Una vez vestido, realicé una sesión de fotos informal con los compis y a las 17:40 me senté con Alex a charlar en el mirador del pueblo. Ese niño está hecho de una pasta especial, es especial y maravilloso. Ese momento de charla e intimidad, fue breve pero me gustó mucho pero también fue triste porque ves cómo se hace mayor. ¡Qué viejo soy! Vino Adri y nos llamó urgentemente para ir a rodar no sé qué.

Con Adri tuve menos relación a penas hablamos, eso sí le pedí, tras la actuación, mil galletas del paquete que llevaba. ¡Qué cara tengo!

Sobre las 18:00 hicimos ese extraño rodaje que nunca me quedó claro para que era. Fue un plano secuencia en frio, que a José y a mí nos sirvió como ensayo y creo que quedó regulero.

Después, di otro paseo más por el cementerio esta vez con Alex y Santi, con esté también hablé poco, porque llegó más tarde y tuvo un proceso de maquillaje más largo que el resto. Fuimos investigando las lapidas y Alex se sinceró mucho conmigo y yo con él.

Tras eso, un pequeño descanso, donde paseamos, por medio del cementerio, vestidos de personajes, mientras había una visita y a las 19:00 el ensayo general.

Una vez acabado este, nos fuimos de nuevo al museo a descansar hasta las 20:15 que partimos para la actuación.

Esos momentos los compartí con la pequeña María, jugando. Esta por el color de mi vestuario me llamaba " mandarina" y con los malagueños que vinieron a vernos: los atentos padres de José, su amiga que me encanta, la besucona Manoli, Cunti que me pilló comiendo etc.

Y allí estuvimos hasta las 20:15 que tras una foto grupal nos fuimos a nuestro lugar de espera porque empezaba la función.

Mención especial al club de " los actores odiosos”, nos faltó María, Ana si fue pero no estuvo muy presente. MILLONES DE BESOS GUAPA y más abrazos como esos por favor. Con los que estábamos Gloria, Ale, Javi y yo. Viví dos momentos inolvidables.

Uno fue ya de madrugada antes de venirnos, sentados en  las tapias del cementerio, recién salido del baño, cotilleando como cuatro quinceañeros de instituto y el momento de la puerta de la Iglesia, con el Alex vestido de antiguo y yo de romano y las gentes del pueblo mirando. Esos pequeños momentos con gente tan especial son los que hacen que la vida valga la pena.

Otra mención especial para mi amada, adorada y querida rebelde, María José, desde el principio hubo una conexión especial con esa mujer y el sábado tuvimos mil encuentros y a cual mejor. Esos besos, esos abrazos, esas bromas como cuando le ofrecí una silla para que esperara sentada como una diva que nos abrieran el cementerio, esos cotilleos, sobre su representante y los apuntes de su libreta, esos momentos rebeldes cuando nos hizo cruzar el cementerio corriendo por donde no era, esos momentos tiernos mirando las lapidas de los más pequeños o esos momentos cómicos al ver a una difunta vestida tal cual iba ella. Verla con ese look de los años cincuenta por el cementerio era un placer, con la boca abierta me quedaba.

También quiero mentar a Maricarmen que a penas la vi a lo largo del día, porque estaba en mil cosas, pero que después durante la actuación estuvo todo el rato pendiente nuestra, igual que  María José.

Y a Edu, que tras la actuación me echó mil y un piropo. Gracias loco que eres un loco y un liante.

Dejo para el final a mi gran compañero José, del cual voy a decir poco más porque la siguiente entrada está dedicada a él. Pero repito que fue un honor y un placer currar con él.

No me enrollo más solo que el sábado fui muy feliz y me sentí muy a gusto, además la temperatura era la propia de primavera y a mi esa época me llena de energía, así que estaba eufórico, contento, tranquilo y repito feliz. Me lo pasé bomba, además había ambiente de rodaje de película. Gracias a todos y a Edu por confiar en mí.

PD: GRACIAS GLORIA POR LAS JOYAS.


1 comentario:

  1. Las horas nunca son muertas, ya te explicare como hacerlas vivir.
    Y estaria muy bien poder escuchar por aqui esa interpretación de Caridad de Guadalquivir.

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