La crónica de la función de ayer, jueves 6 de junio del 2019 que vais a leer a continuación me ha costado horrores escribirla pues ha pasado de positiva a negativa por horas y según la información que iba recibiendo.
Cada uno cuenta la feria como le va, dice el refrán y a mi con el paso de las horas la feria me fue yendo de una manera distinta, así que mis argumentos iban cambiando por momentos, o sea, subiendo y bajando como en una montaña rusa.
Lo primero y antes de empezar es centrarnos. El jueves se presentó en el cementerio San Miguel y frente a la tumba de Muñoz Degrain el libro Un invierno en el paraíso, de la escritora Lola Clavero y tras la presentación oficial se hizo una parte teatralizada.
Y ahora os paso a relatar como lo viví todo.
La retroalimentación directa fue muy buena, puesto que cuando salí a saludar, tras la función, los aplausos subieron en fuerza y hasta oí un "bravo" eso quiere decir que por lo que se ve a los asistentes a la pieza mi personaje les gustó.
Tras la representación y cambiarnos de ropa, el cementerio nos obsequió con unos aperitivos y ahí de nuevo la retroalimentación volvió a ser grande, por tanto, todo pareció ir muy bien. Eso me llenó de satisfacción, por el trabajo bien hecho, y de seguridad.
Los amigos que acompañaban a Melisa, a Librada o a Luismi, sin conocerme de nada vinieron a felicitarme, Carmen volvió a darme la enhorabuena, Juanjo lo hizo por partida triple a lo largo de la tarde- noche y Blas me dijo algo que me encantó ( él es un gran estudioso de los personajes malagueños) y me dijo :” Siempre cuando leía e imaginaba a Martínez de la Vega pensaba que era como tu lo has hecho, tenía una imagen mental de él idéntica al trabajo que has hecho”. Pues con todo ello me fui a mi casa con 100 kilos de más por el orgullo.
Yo personalmente ¿Como lo vi? tampoco puedo decir mucho, la pieza duraba 11 minutos yo salía en el 1:44 y me iba en el 6:45 así que estuve 5 minutos en escena y de 5 minutos no se puede hacer una gran crónica, es más los últimos 30 segundos los pasaba tumbado en el suelo dibujando, así que, esto es hacer una crónica de 4 minutos y medio.
Si hubiera sido un personaje normal, no daría lugar casi a crónica, pero al serlo afectado por las drogas y el alcohol y a un nivel fuerte pues me preocupaba y quiero contar como lo viví.
Solo puedo decir que creo que la postura y el tipo lo he mantenido según lo "trabajado", que he hecho los gestos y la respiración que había pensado. Cuando hablaban los compañeros me quedaba mirando a un punto fijo alejado de ellos para tener la vista perdida, hice el gesto de la boca sin abusar, intente mezclar momentos de euforia, con pena, bajón o incluso pena exagerada o sobreactuada, no sé creo que hice todo lo que pensé o al menos lo intenté.
Pero al ser un solo pase, solo puedo decir que he intentado disfrutar, pero casi no me ha dado tiempo, no había empezado cuando ya se acababa. Yo me lo pasé bien, se me hizo corto y poco más.
Si es cierto que la espera fue muy larga, pero mucho, como pudisteis leer en la entrada anterior y eso me hizo salir con muchas energías y quizás fueron demasiadas y las descontrolé. Tardé un poco en salir eso es cierto, pues no estaba seguro y no quise cortar al compañero y por eso salí también más acelerado de lo inicialmente planeado.
De hecho antes de acabar y decir una frase de decía ahí suelta, pensaba en una corrección que me hizo una vez Salva tras un trabajo :” Has hecho como los alumnos de la ESAD muchos ensayos pero luego te desmelena en escena y pierdes un poco lo trabajado”.
Si leéis el blog, sabéis que me costó horrores preparar al personaje, que lo pillé casi el ultimo día así que no lo tenía muy en mis manos y entre la larga espera, las ganas y los nervios del estreno, creo que lo solté demasiado fuerte, lo exageré un poco y no lo hice tan cocainómano en las ultimas, pero en mi favor diré que el texto, como me dijo María José, daba a eso, a un cocainómano brabucón, gritón y peleón.
De nuevo el público se río cuando aparecí pero esta vez está justificado, aunque ese no era mi fin, ese tipo de personaje da pie a ello.
Salí feliz aunque con algo de miedo, pero al verme en el video que me mandó María José, cuando estaba ya en casa y en la cama, todo el miedo se confirmó, me quería morir, me vi exagerado, gritón, con mucha fuerza y a veces con el cuerpo descontrolado, el llanto sobreactuado final, quedaba demasiado sobreactuado. De verdad que le quise morir.
Si la entrada la hubiera publicado antes de ver el video sería perfecta pero después…
Al día siguiente Luisa y la Rebelde me felicitaron , Gloria también pero sin mucha alegría y hay amigos a los que le he mandado el video y no me han respondido aun y otros a los que al final no se los he mandado. Así que no sé.
En mi defensa diré que esa misma noche vi un vídeo de un numero del musical Aladdin que habia sido calificado por un youtuber como espectacular. Pues cuando lo vi en video me pareció bastante cutre. Con lo cual llego a la conclusión de siempre, el teatro es para verlo en directo, lo importante es lo que te llega al instante, el teatro es el momento, es vivirlo y cuando está grabado lo pierde todo, así que me quedaré con la reacción de lo que sintieron los que fueron a la representación, de lo que yo sentí y del video corramos un tupido velo.
De hecho hoy domingo 9 de junio del 2019, tres días después, Librada me ha visto y me ha vuelto ha felicitar por mi personaje y Juanjo también.
El teatro es para hacerlo, no para verlo.
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