lunes, 7 de octubre de 2019

A DON LUIS MEJÍA LE GUSTA ESTUDIAR TEMPRANO.


Ya os puedo dar más datos de este proyecto, puesto que ya ha sido anunciado oficialmente por Eventos con historia. El próximo 2 de noviembre del 2019, dentro de la programación de Mundamortis en Monturque, Córdoba, se representará Cenas con el Tenorio.


Este proyecto vuelve a las tablas o más bien a los comedores después de casi 4 años de ausencia. Se estrenan en el reparto;  Javi Domínguez como don Juan, Cristina Muñoz como doña Inés y José Antonio Pacheco como Cutti, mientras que repetimos Ángeles Reyes y un servidor. 

Vuelvo a enfundarme ese traje de terciopelo rojo, que estrené en el lejano año de 2012, y que me ha servido, ya, en casi 9 ocasiones para meterme en la piel de don Luis Mejía, un personaje que me ha dado mucho y que siempre me encantó hacer. 

Pues bien, el pasado domingo, 6 de octubre del 2019, tuvo lugar el primer ensayo, y nada más y nada menos que en el escenario del Centro de Ciudadanos Antonio Sánchez en la barriada de Nueva Málaga. Ese lugar fue donde a lo largo del año 2012 ensayamos la primera versión de Don Juan Tenorio y que me trae muy gratos recuerdos como; mi primer curso de animador infantil, mi primera pieza como director con Marcelino pan y vino, allí conocí a Luisa o a Gloria y ensayé muchísimas obras con Edu, por tanto, el volver me resultó muy entrañable.

Íbamos a ensayar de 11:00 a 12:30 horas. Yo solo aparezco en dos escenas. Mi primera escena ya me la sabía desde hacía casi un mes. En cuanto Edu me dio el guión la leí, la recordé y me la aprendí, pero luego por una cosa o por otra, la segunda ni la había tocado. Siempre me costó pillarla, y al leerla no la recordaba. Me daba muchísima vergüenza aparecer en el ensayo sin saberla, más siendo de los actores que repetía y teniendo tan poco texto.

Para ello tracé un plan, pese a que me había acostado tarde pues me fui de procesiones con dos compis de Eventos, Ana y Zumaquero, pensé madrugar lo suficiente como para ir al ensayo caminando tranquilamente y aprenderme la escena dos, donde solo tengo 8 intervenciones cortas.

Pero pese al madrugón, me entretuve y el camino hasta el ensayo lo dediqué a correr, a mirar el reloj y a buscar la senda más corta, por tanto, llegué al ensayo cinco minutos tarde y sin saberme el texto.

Entré  a ese lugar, como dije antes entrañable, pero no pude recordar nada, ni ponerme tonto, porque como iba tarde entré como una exhalación y no vi nada.

Dentro estaban ya todos los compis, menos uno, lo esperamos, conversamos un rato y lo esperamos, miramos cosas, y lo esperamos, Edu hizo su charlita introductoria típica y tradicional y tras ella, lo esperamos, viendo que no venía y  no respondía a nuestras llamadas, se inició el ensayo sin esa persona.

¿Cuál era el problema?  Que yo solo actúo con esa persona, o sea, que me levanté pronto, fui hasta allí y no iba a ensayar nada. Edu me pidió hacerlo con él pero le dije que eso no era fructífero, que para qué.

Así que me quedé sin ensayar, pero ¿Perdí el tiempo?, ¿Me enfadé? No, para nada, al contrario, lo festejé, pues mi falta de aprendizaje de texto quedó eclipsado por este hecho, además como no pude ensayar, mi error no salió a la luz y nadie se enteró que no me sabía la segunda escena y esa vergüenza me la ahorré.

Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, como no tenía nada que hacer y mi tiempo es muy limitado,  me salí fuera a estudiar y gracias a esa ausencia, ya tengo estudiado todo el texto de Cenas con el Tenorio. Así que perfecto, pues en este mes de octubre que no tengo tiempo para nada, ya tengo una cosa menos que hacer. De hecho, a mí personalmente, ese día de estudios me fue más provechoso que si hubiéramos ensayado.

Estudié un rato por los pasillos, luego me salí al solecito, ya que hacía una mañana muy buena, a repasarlo, me hice fotos, publiqué en Instagram, volví a repasar el texto, hablé con Ángeles, llegó Javi Zumaquero que venía a otro ensayo, repasé el texto mientras él me daba la réplica y volví a la sala, donde ya eran las 12:30 y empezaba el ensayo de otro proyecto al que  yo también debía asistir.

Así que esa mañana, Luis no vivió pero sí estudió y todo ello muy tempranito.




No hay comentarios:

Publicar un comentario