viernes, 11 de octubre de 2019

UN HALLOWEEN DE ROSAS Y VINOS.


Como bien sabéis el final del mes de octubre y el principio de el de noviembre se caracterizan por las representaciones de Don Juan Tenorio, las visitas al cementerio y los huesos de santos , pero también por mi horrible y temido Halloween  y no porque me dé miedo esas cosas, sino porque odio todo lo que lo rodea. 

Pero en el 2019, tengo una de cal y otra de arena, porque al honor de participar en Cenas con el Tenorio y de hacer de don Luis Mejía, se le une el otro “honor”, el de participar en un show de Halloween, concretamente en el del Jardín Botánico de Málaga. A ver, os aclaro un poco, a mí trabajar en ese lugar, con esos compañeros, en esas condiciones y con una historia que este año parece que va a molar mucho, si es un verdadero honor, lo que no me gusta tanto es la fiesta en sí o el tema del terror, es que no me motiva mucho ese género, pero allí estaré el día 31 de octubre y lo daré todo.

Y para preparar ese terrorífico evento nos reunimos todo el elenco, buenos eso de todo…, el pasado lunes 7 de octubre del 2019, en la magnífica finca de la Concepción.

Antes dije que no estuvimos todo el elenco y os cuento por qué, al igual que el día anterior, el lunes faltó una persona a la reunión. Nos citaron las 10:00 y hasta las 11: 15 no supimos que esa persona no venía, pero al igual que en el Tenorio no me molestó, ni me enfadé, pues empezamos puntuales y como los que asistimos éramos los más pragmáticos, hicimos una reunión rápida, clara, concisa, ordenada y resolutiva. En una hora y veinte minutos habíamos cerrado la historia, el recorrido, los horarios, las condiciones económicas, el vestuario, el montaje y desmontaje, el texto de cada personaje, las relaciones y  todo con acuerdos en común, muy rápidos y de muy buen rollo.

Tras eso nos pusimos en pie e hicimos un recorrido real por el jardín, asentando relaciones, encuentros, sustos y demás. De nuevo todo se hizo de muy bien talante, rollo, ganas y trabajo en común.

Me vino perfecto que fuera un lunes, porque como era a las 10: 00 y los lunes por la mañana temprano, mi padre está en la calle con el coche, haciendo unas gestiones, aproveché la coyuntura y  este me llevó al jardín y mi mamá nos acompañó, así que fue todo un placer, que les agradezco de corazón, pues nos hizo recordar el verano y esto me evitó un madrugón.

Pues yo iba al encuentro como el protagonista de una peli de terror, esperando lios, follones y complicaciones, pero al llegar todo fue un camino de vinos y rosas.

A mí en general me encanta interactuar con el público y si es con el de verano del jardín botánico aún más, pero el público de Halloween, la verdad, es que no sé manejarlo, por eso el año pasado me pusieron de actor/susto, esto es, un actor que apoya la actuación de otro, que es como el protagonista, y yo lo unico que hago es apoyarlo, asustando a la gente durante su actuación. Por tanto, yo no hablaba con ellos y estaba feliz como una perdiz. Como la noche del 31 de octubre del 2018, llovió torrencialmente, la función se suspendió, por tanto, desde el jardín, nos propusieron hacer el mismo espectáculo del año pasado, puesto que nunca llegó a estrenarse. En los días previos a la reunión, David, actor al que yo apoyaba, encontró un documento donde estaba todo nuestro texto, interacciones, personajes etc, así que aún mejor, pues lo tenía todo hecho y a penas iba a ensayar.

Y entonces os preguntaréis que dónde estaba mi temor, pues veréis, lo que realmente dijeron desde el jardín, fue:" Que tomáramos como base la historia del año anterior" y yo temía que a los compañeros, o mejor dicho, que el compañero creativo, no recordara su parte y nos hiciera a todos crear una nueva historia, cambiar los papeles y que al final yo tuviera que contar algo, escribir un texto para interactuar con el público y demás, pero como a última hora el compañero creativo no fue, se va a hacer el espectáculo del año pasado tal cual, y yo más feliz aún, por eso todo fue como un cuento. 

Yo no recordaba bien la historia, pero cuando la contaron entera, creo que va a quedar muy chula, pues por primera vez nos adaptamos a lo que demanda el público; un show con poco texto y muchos sustos, pero miedo inteligente no el tipico de vampiros y brujas. Creo que va a estar guay, a quién le guste esas cosas le animo a ir. 

Y con los compis me fue muy bien, hubo esa conexión especial que siempre hay con Dani, es que hablamos el mismo idioma, las gratificantes y enriquecedoras conversaciones con Celia, la charlatana de Ursula por la que me cayó alguna bronca, la profesionalidad de mi compi de escena, David,  las constante sonrisas de cariño de Soraya, estuvo muy cariñosa conmigo, la ironía de Samu, que ya nos hemos cogido el punto y sobre me todo me alegré porque siempre he admirado a Alvaro, pero este verano, por temas profesionales, nuestra relación fue tensa y el lunes se solucionó, pues en cuanto llegué me piropeó por mi puntualidad y seriedad en el trabajo y desde ahí las bromas y miradas cómplices no pararon. 

Por cierto, vimos como preparaban el rodaje de un capítulo de la serie The Crown. ¡¡¡Quiero hacer audiovisual, qué envidia‼! Y vimos la fuente del Tritón, sin él, pues tras el accidente está enfermito ¡¡¡Qué pena, el pobre‼!. 





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