miércoles, 11 de diciembre de 2019

ANTONIO BANDERAS VERSUS LOLO MARTÍN.


Además de nacer en la misma ciudad, de compartir  profesión, él evidentemente con más éxito que yo, y de que los dos nos volvemos locos cada vez que suena un tambor o un trono sale a la calle, Antonio Banderas y yo tenemos otra cosa más en común y es el 16 de noviembre del 2019, viernes, ya que ese día fue muy importante para los dos, pues nos jugábamos muchas cosas. 

Ambos estábamos de estreno, él con su musical Chorus Line y  yo con el Proyecto Victoria, para él no era su primer estreno, claro está, para mí tampoco, pero ambos nos jugábamos mucho, él por primera vez estrenaba algo suyo, en su ciudad natal y  en su propio teatro y yo por primera vez estrenaba una obra para una productora. El trabajo de un mes iba a ser puesto en escena para la persona que  encargó la pieza y que desde ese momento se debía dedicar a venderla, pero por supuesto, la vendería si confiaba en ella, y para ello debía  gustarle lo que le ofrecíamos si no, nada, así que ambos teníamos los nervios de un estreno, más los extras por ser un estreno especial.

Antonio sabía que tenía parte del éxito asegurado, pues muchos amigos iban a dicho estreno, yo también sabía que tenía el éxito asegurado con la productora, pues sé que le gusto un montón, pero por otro lado Chorus Line iba a estar en el punto de mira de todo el mundo teatral, de los críticos y de la prensa y aunque él lo había vendido como algo grandioso para los entendidos quizá no era así,  por tanto, corría un gran riesgo y lo mismo me ocurría a mí, yo estaba feliz con el proyecto y a todo el mundo le hablaba de él con gran ilusión, pero CHL invitó a tres amigos de él, muy entendidos de teatro, dos conocidos míos y otro muy amigo, para que vieran la pieza y así tener una reacción objetiva del público, saber si nuestro trabajo funcionaba o no y para tener una visión crítica del mismo. Eso me daba pavor, ambos íbamos a ser mirados con lupa esa tarde.

Él estrenaba creo que a las 20:00 en el Teatro Soho CaixaBank y yo a las 17:00 en el aula P19 de la ESAD de Málaga, anda mira otro punto en común, ambos nos formamos en el mismo lugar.

Yo venía de una mañana pletórica, pues la Presidenta del AMPA de uno de mis coles me había pedido hacer una función con mis niños para todo el colegio, esta se había realizado esa mañana y no solo había sido un gran éxito sino que mis niños y niñas se habían vuelto locos de ilusión y de alegría, con lo cual volvía eufórico para casa, pero eso sí, con el tiempo justo de ducharme, hablar con la familia, almorzar y dirigirme a la ESAD, donde las 15:30 estamos citados. Fui caminando y oyendo música muy alegre, porque pese a los nervios deseaba mucho actúar, pasarlo bien y demostrar un trabajo bien hecho.

Es curioso porque yo sabía, como "director", que la pieza montada con mis niños estaba bien trabajada, ellos lo tenían todo claro e iba a salir muy bien, en cambio ellos estaban muy nerviosos y antes de salir me lo hacían ver y yo, en cambio, súper relajado les daba confianza y les decía que no entendía sus nervios, pues luego por la tarde, en el aula P19 de la ESAD, volvía a repetirse la misma situación pero esta vez yo era el nervioso y el inseguro y mi director, CHL, el que ocupaba mi puesto de seguridad y confianza. Fue por eso por lo que tras la representación me fui al centro de Málaga para cotillear sobre el estreno del Banderas y mientras la ciudad hervía, había música, fotos, periodistas, fans, gritos, famosos, alfombra, júbilo, alegría y glamour, pensé:" Todo esto es muy bonito pero el Antonio Banderas persona, humano y actor ahora mismo estará en su super camerino de lujo pero con los mismos miedos, inseguridades y vértigo que sentía yo hacía unas horas.",  por tanto, esa tarde me sentí muy mimetizado con él, pensaréis que estoy loco porque él no sabe ni quien soy, pero ese día me di cuenta de que todos estamos en la misma profesión y unos a unos niveles y otros a otros, la esencia es la misma, y él se sentiría tan vulnerable como yo, por eso pienso que esa tarde, en cierto aspecto, fue igual para ambos.

Pero no todas son similitudes entre Antonio Banderas y yo, puesto que hay también muchas diferencias como; nuestros currículum, nuestro éxito, nuestra cuenta corriente y por supuesto lo que hicimos ese viernes, él representó un estreno por todo lo alto y lo nuestro era un estreno para andar por casa, o sea, era una primera prueba, en bruto, del espectáculo montado, se hizo para que la productora tuviera una idea de lo que se iba a vender, pero no teníamos escenografía, el vestuario no era el definitivo, el atrezo tampoco, además aún quedaban cosas  por pulir. Esta es una pieza que va a crecer y mucho cuando se haga con el público y cuanto más representaciones llevemos más viva va a estar, así que la de esa tarde fue solo una aproximación, pero ¿Cómo me sentí? Pues os cuento.

Llegué el segundo a la cita, allí ya estaba la productora, hablé con ella y al rato lleguaron el director y mi compi. Nos dejaron solos y tras algunas indicaciones del diré, empezamos, ya solos la compi y yo, a montar, a ensayar, a repasar lo que llevábamos peor y a hacer un pase completo y rápido de textos y movimientos, por cierto, no estuve muy lucido, durante el mismo estaba realmente nervioso y mi compi me tuvo que calmar varias veces, poco a poco  se acercaba la hora de empezar, las ganas podían a los nervios y empezamos.

En cuanto empecé noté, que al igual que en el último ensayo, íbamos muy acelerados, pero esta vez fui consciente de ello y empecé a reducir velocidad. Después poco a poco todo fue fluyendo y me lo pasé muy bien, las cosas salían solas, el mini público lo pasó muy bien, eso me animó y creo que lo acabamos muy bien o yo me sentí así. De nuevo digo que estuvo muy bien para lo que era, una representación en bruto, una primera visión, pero era solo un punto de partida pues esa pieza puede crecer hasta el infinito y más allá.

Otra cosa que nos diferencia o más bien que no sé, es cual fue el momento del día para el Banderas, si el saludo final, si la fiesta posterior, si el salir a escena, pero para mí fue la conversación por audios de WhatsApp que mantuve con el director bien entrada ya la tarde/noche, donde hablamos claramente de esa representación, de la pieza, del trabajado realizado, de mi personaje etc, fue una conversación muy gratificante pues estaba llena de verdad, con sus luces y sus sombras. De ella destacar que nos puso un bien alto y no un notable alto como el día anterior y que me dijo que mi personaje nada tenía que ver conmigo y eso sí que me llegó.

Pues nada esa es mi crónica de los estrenos de Proyecto Victoria y de Chorus Line, por cierto, aunque de lejos, esa tarde conocí a Almodóvar, ojalá que algún día esté director también sea una cosa en común entre Antonio Banderas y un servidor.

Espero que nadie se ofenda por la osadía de compararme con él y lo importante larga vida a ambos proyectos. 








4 comentarios:

  1. Subir a un escenario sea quien seas y donde sea es ya un éxito, nadie es más que nadie ,y menos en esta profesión ,que cada día estás observado y examinado ,los dos tenéis suerte

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    1. Muchas gracias ese día como digo en la entrada llegué a la misma conclusión que tu. Gracias por leerlo

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  2. Lolo para mi eres un gran tío, y que no te pare nadie jamás, un abrazo y feliz Navidad

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    1. Gracias Feliz Navidad a ti también y gracias por tu mensaje. Pero no sé quien eres al ser un mensaje anónimo.

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