Me encanta el teatro, vibro con él, pero no todo puede ser teatro y trabajo.
Hoy, sábado 24 de septiembre del 2016, antes de comenzar el pase viajero de Don quijote, le decía a Juan que saldría de marcha y que tenía ganas de eso, de desconectar y que estaba pensando más en salir por ahí que en la función en sí.
Pero cuando acabé el pase, estaba tan relajado, tan cansado, había ido todo tan bien.
Estamos en Alhaurin de la Torre en la nave de Autobuses Olmedo. Diego había dejado allí el autobús y nos tenía que traer a casa en su coche particular, estaba anocheciendo, tenía fresco y deseaba irme a casa de relaj.
Pero lo dicho, no todo es trabajo, así que a la calle a disfrutar y ahora mientras espero a mis amigos escribo esto y estoy cansado.
El pase de hoy ha sido genial.
Quedamos a las 17,15 h. nos hemos medio vestido, después durante el camino
nos hemos maquillado y terminado de arreglar. En el viaje hemos ido
hablando, de otros proyectos y desconectado totalmente.
Después de un rato de confusión, hemos recogido al público.
Los he recibido con música, hemos hablado del Quijote y al rato ha salido Juan. Juntos nos hemos puesto a jugar a adivinar animales con mímica.
Han llenado casi medio autobús eran personas desde los 6 a los 50 años. Un grupo demasiado variopinto, demasiado cerrado. Aunque se han prestado a todo y han estado siempre dispuestos, a mi me ha costado verlos disfrutar y pasarlo bien con nosotros, lo pasaban mejor entre ellos.
Luego hemos llegado al Alhaurin de la Torre y se ha llenado el otro medio
autobús de jóvenes. La mayoría, muchachos de unos 17 a 20 años. Me han dado un
poco de miedo pero ha salido Sancho y ha comenzado el pase oficial.
Y ha sido una fiesta. Hacía, ya, muchos días que no sentía realmente el personaje, su postura, su voz, su forma de hablar, de interactuar o de escuchar a mi compañero.
Debido al comportamiento, las edades y otros detalles, en los últimos pases me he sentido más animador que actor, pero hoy me he sentido actor.
Además debido a la edad del público y a los juegos de doble sentido, de un chico con la espada de Don Quijote, hemos hecho un Quijote muy picaron, muy con el doble sentido.
Todo esto ha dado lugar a que el bus se llene de carcajadas y risas de esos adolescentes en más de una ocasión.
Y eso nos ha hecho muy feliz. Ha sido una fiesta sana, ellos tenían ganas de pasarlo bien, de reírse, de cachondeo con nosotros, no de nosotros y creo que todos lo hemos pasado genial.
Además creo que el pase ha durado más de una hora.
Cuando contábamos cosas, más serias, estaban muy atentos como en el monologo de Cervantes.
Ya digo, ha ido muy bien.
Al dejar a los chicos en Cartama, hemos ido jugando con los de Alhaurin, hasta su destino y eso ha sido ya, el cachondeo total y en poco rato estábamos listos.
Al responsable de la Junta de Andalucía le ha encantado. Hemos cumplido nuestro fin, yo he recuperado a Sancho por fin, me he reído y Juan me ha dicho que no le ha importado que el show fuera más largo, porque se lo ha pasado muy bien.
Mañana más.
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