jueves, 8 de septiembre de 2016

LA ULTIMA SOLEDAD DE DON RAFAEL.



Miedo tengo porque no paro de oír gritos de niños, con lo cual presiento que se acerca otra gran noche infantil (leer con muchísima ironía) Además gritan como si los estuvieran rajando en dos

Para ser la última soledad de don Rafael tampoco tengo nada especial, romántico o sensiblon que contar, simplemente he llegado, he soltado todo, me he puesto a escribir y no sé lo que ha ocurrido pero he estado muchísimo rato escribiendo. He acabado muy cansado, con dolor de cuello incluido.

Una vez,  que he acabado de escribir, he cenado y ahí sí, durante la cena  he estado  un rato, mientras cargaba un video que me ha mandado mi amigo David,  mirando a mi alrededor y al ver mi Paseo de las Palmeras, que  ha acompañado mis horas de soledad durante todo el verano y que ha sido testigo de Rafael Echevarría, caminando y jugando y viviendo durante estos tres meses, me ha entrado un pequeño nudo en el estómago, o sea,  me he puesto un poco triste, pero poco, porque no sé por qué pero el paté del bocadillo picaba muchísimo y  esto me ha sacado de mi  sueño para volver a la realidad.

Me preguntaba  ¿ Y si está malo y hoy no puedo actuar?.

Mientras cenaba  he visto el vídeo que me ha mandado David  y al acabar pues de nuevo a escribir y a ponerme en marcha, a vestirme, a calentar, a poner la música, a retocar el maquillaje y ya a trabajar.

 Así que poco emocionante, la ultima soledad de don Rafael. ¿Verdad? Yo también esperaba más.

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