JALEO, PERO ATENCIÓN, EN CASABERMEJA.

Acabo de llegar del gimnasio y por falta de tiempo, no he hecho todos los ejercicios, ya que, previamente venía de Casabermeja de otro nuevo Viaje de Don Quijote. 

Como veis estamos compensando todo el trabajo, no hecho, durante el  verano y yo estoy muy contento claro está.

Hoy, jueves 22 de septiembre del 2016, ha sido todo muy fácil.

Juan y yo, hemos llegado un poco más tarde de lo previsto a nuestra cita con Diego, nos hemos preparado y hemos iniciado el viaje, durante el trayecto nos hemos terminado de arreglar.

Hemos llegado, como digo, un poco más tarde a la cita con Diego, pero yo por un pelo es que ni llego, porque anoche me acosté con la idea de poner el despertador del móvil, pero fue caer a la cama, dormirme y no lo puse. Menos mal que el cuerpo me hizo despertar a las 6:45 con la idea de que no lo había puesto, idea que era cierta. ¡Qué listo es el cuerpo humano!. Lo puse y me dormí una horita y poco más.

El viaje ha sido corto, todo el trayecto lo hemos pasado hablando, Diego, Juan y un servidor de nuestras intimidades laborales. Una vez en el cole todo ha sido coser y cantar. Se han subido unas mamás a ver el autobús por dentro y luego hemos iniciado el viaje.

Como digo ha sido un buen viaje, se han cumplido los horarios, hemos podido hacer el texto integro, sin problemas. Pero Juan, durante su monologo de Cervantes, se le ha quedado el micro sin pilas, pero lo ha salvado muy bien. Yo me he sentido bien, durante todo el pase.

En cuanto al público, ha estado atento y  siempre pendiente  al show. Seguían los juegos y las historias con atención, respondían bien y estaban contentos con lo que hacíamos. Había imaginación y ganas. Sobre todo, cuando los personajes mirábamos directamente a la cara de los niños estos se sentían muy metidos en la historia e ilusionados o cuando ellos salían a actuar, eran muy  buenos, geniales.

Pero eso sí, eran muy jaleosos, muy ruidosos, sin ser mal educados, como los de días pasados, eran muy revoltosos, hablaban mucho entre ellos, con nosotros, hacíamos bromas y no paraban.

Con lo cual, ha estado muy bien pero a veces hemos tenido que forzar la voz o no nos han dejado representar muy bien a nuestros personajes. Nos hemos adaptado a la situación y se lo han pasado bien, que es lo importante.

Al final de show, hemos celebrado hasta una boda y un profesor se ha fotografiado con nosotros.