Según
las expectativas y las reuniones " celebradas" tengo varios proyectos
para este invierno. Esto quiere decir que, se supone, que voy a seguir
trabajando en la finca. También, se supone, que me volverán a llamar para las próximas visitas
nocturnas en el verano del 2017, pero si lo hacen, no sé si volvería
Rafael o interpretaría a otro personaje. Pero como todo esto son hipótesis, a
día de hoy, miércoles 7 de septiembre del 2016, puedo decir que estos han sido
los cinco últimos pases de don Rafael Echevarría, o de mi Rafael Echevarría o
de Lolo Martin en la Finca de la Concepción.
1.- Calentamiento y niños:
Mis previsiones se han cumplido y el pase estaba cargado de niños, que no me dejaron ni hacer, bien, mi presentación del personaje. Ha sido un pase frío, los adultos estaban fríos y yo también. Ellos me han mirado con cara de estatuas y yo he soltado mi texto sin más. Todos tenían caras y ganas de escuchar pero estaban serios, fríos y distantes. No ha habido nada de juegos, ni de diversión.
Ha sido una especie de " estoy aquí, doy la información y ya."
Además ha sido un grupo muy lento en su caminar, con lo cual, cuando yo estaba hablando y diciendo mis monólogos, por razones de tiempo no los podía esperar, ellos aun estaban acabando de llegar al lugar de la actuación.
Ya digo este pase me ha servido para calentar y a ellos para recibir la información, es más, me han preguntado en más de una ocasión y diferentes personas: "¿Cuando se acaba? o ¿Queda mucho para terminar?".
Los niños se han portado bien, entre otras cosas porque no les he hecho mucho caso.
2.- Más niños, esto es Eurodisney:
Y por fin llegó, a mi, el grupo con los niños gritones que oí durante la cena.
De nuevo, no me han dejado hacer mi entrada. Me han estado cortando el texto desde que han llegado, haciendo miles de preguntas o comentarios. Después, se han sentado en mi asiento, antes de que yo llegara y los he tenido que levantar.
Yo he prestado una atención, casi constante, a una pareja de adultos, que no paraban de sonreír y mover la cabeza, reaccionando a lo que yo decía. Me ha dado mucha pena, ellos, venían con ganas de ver teatro, pero los niños no los dejaban tranquilos, el primer monólogo y el del mirador lo he dedicado a ellos.
El resto de adultos tenían cara, y esto os lo juro, de disgusto, no sólo de desgana, sino de enfadados, sin ganas de hablar, sin ganas de decir nada.
Todo esto ha hecho que mi acento se haya perdiendo por momentos.
La subida al mirador si ha sido buena, entre la pandilla niños gritones, había
algunos muy buenos y con ellos he jugado tando a la subida como a la bajada del mirador.
Había una pequeña que andaba al ritmo que yo le marcaba y era maravillosa y otra chiquilla,
que me invitó a su pueblo, Colmenar.
El mirador y la visita final han sido muy rápidos, porque era todo muy
caótico, muchos niños y muchos niños gritando. A veces me siento más animador que actor. Me encantan los niños y los espectaculos infantiles, pero este no lo es y me da mucha pena que los adultos, no puedan disfrutar del juego y el
cachondeo que tiene mi personaje.
3.- Otro pase calcado:
Creo que vivo en la película esa de "el día de la marmota" donde todos los días de la vida de un hombre son exactamente iguales, pues así me sentía yo, por ser el ultimo día todos los pases eran iguales, pero iguales de.... que me dejaban agotado.
De nuevo niños, muchos, de nuevo adultos poco entregados, aunque en este grupo parecían que había algunos que si, de nuevo un pase lento y aburrido.
Solamente en mi monologo de despedida hubo algo de buen rollo, ya que, algunas personas reaccionaron cuando les dije que casi toda la arqueología que había en la finca me la llevé a mi pueblo natal, alguno se indignó y reaccionó, menos mal...
4.- Agárrense que por fin despegamos:
En el cuarto pase ha habido invitados especiales, el gran actor y
compañero Juan Luna que no ha perdido la
sonrisa en todo el pase y al que he oído reír en muchas ocasiones e iba
acompañado de su padre.
Por cierto, que hemos estado bromeando sobre el personaje de Sancho que
interpreto junto a él, porque le he dicho que, esta vez, me respete, porque ahora somos dos señores, Don
Quijote y Don Rafael. La otra invitada importante ha sido, una niña, encantadora, a la que di clase, en su cole, este invierno. No se ha separado de mi en todo el pase y cuando le hacía preguntas, dentro del personaje, me miraba rara no comprendía por qué de pronto yo no le hablaba como siempre, al final, nos despedimos con un beso.
El momento final, ha sido maravilloso, porque el público se ha enfadado mucho conmigo, al contarles que me llevé la arqueología a mi pueblo natal, ha habido discusiones muy buenas, cargadas de risas y donde me sentí hasta acorralado.
En este pase si ha habido muchas risas y mucho más juego y cachondeo, pero sigo sin verme como en otras ocasiones. No sé si no estoy sabiendo enganchar con el público o este está menos receptivo
Aunque de nuevo he recibido bromas por ser vasco, una señora me ha dicho:
" para ser vasco eres muy castizo".
Estoy muy cansado y no siento nada de pena es más quiero acabar.
5.- Gran despedida en buena compañía:
Para despedirme de estos casi tres meses de
trabajo en este maravilloso lugar, Rafael Echevarría decidió aparecer en el último
pase. Ahora sí ha estado en escena y si se ha movido por su finca en libertad y
si ha jugado con el público y le ha dado mucha vida a estos y estos a él. Su
esencia, su lengua, su porte y su manera de improvisar e ir creando juego y polémica
durante todo el itinerario ha estado.
Acabo de terminar y pensé que iba a tener mucha
más pena, pero no la tengo, seguramente porque estoy agotado y tengo
ganas de descansar.
Han sido unos pases muy largos, muy difíciles de
trabajar y por tanto, una paliza muy grande. Pero creo que he
acabado victorioso.
Además que ya está bien de pena, no siento pena,
siento satisfacción y alegría de haberlo hecho.
Y aunque hoy no ha sido mágico, creo que al final
si ha aparecido esa magia de Rafael y ha estado porque el público me ha
ayudado.
Había un grupo de jóvenes, que no paraban de reír
y con los que he inventado unas historias muy divertidas, jugando con el doble
sentido y la diferencia generacional, tan bien nos ha ido que he parado al
grupo para cantarle " cumpleaños
feliz" a una de las chicas, han sido estupendos. Gracias chicos,
estaban " la loca", " el cotilla", " los
arrejuntados" etc.
Y para acabar ha venido mi gente del teatro y de
la vida, mis queridas Anai y Natalia, se han reído en cuanto me han
escuchado hablar y no hemos parado de jugar durante todo el recorrido.
Además había un paisano que no paraba de
pincharme en todo el pase y al que he sabido responder siempre y creo que
bastante bien.
Al acabar tenía miedo de ver a Anai, ella me
quiere mucho pero es muy crítica, lo cual le agradezco, pero su mensaje de
Whatsapp de esta mañana y su infinito abrazo de anoche me hacen pensar que
se lo pasó bien.
Pues ahora a fabricar nuevos sueños y nuevos caminos.
ResponderEliminarPor cierto, muy buena la foto de tus zapatos en la caja.
"...al final del camino no está el camino, sino la META..."
ResponderEliminarSe que llegarás, pero mientras tanto, disfruta de cada paraje, de cada parada, de cada compañía...��