El espectáculo de El viaje de Don Quijote, está trillado, masticado y más
que currado, pero hoy , sábado 17 de septiembre del 2016, empezamos un nuevo formato que no está ensayado, ni
programado, ni previsto y la verdad que esa inseguridad me tiene un poco
asustado.
Bueno asustado no, más bien ner-
viosillo. Queda una hora para que apa-
rezca Juan en casa e irme al es-
treno del nuevo for-
mato del Teatro Bus y de nuestro, ya amado, Don Quijote.
Os explico un poco el nuevo formato, hoy por ejemplo, vamos a Humilladero, recogemos a jóvenes de una asociación, después a Mollina recogemos a otros jóvenes, de ahí a Alameda y a Fuente Piedra.
Una vez, recogido todos, realizamos el pase tradicional de El viaje de Don Quijote, acabando en Humilladero y desde ahí vamos soltando de nuevo, pueblo a pueblo a los chavales.
Está bastante bien el proyecto, pero son como dos horas y media más de trabajo, porque entre recogida y recogida los actores debemos ir animando al público.
La verdad, que me gusta. Pero después de esta primera experiencia veremos si económicamente es interesante o no.
Pero bueno, todo esto venía para contaros que ayer, viernes 16 de septiembre del 2016, se inició la temporada de otoño-invierno de Los viajes del Quijote y no pudo haber mejor estreno.
Después de un principio incierto, ya que, como siempre, la empresa organizadora, no nos cuenta las cosas como son. Llegamos al Rincón de la Victoria, subimos al público y una vez dentro, tuvimos que esperar un buen rato, a que llegara el equipo político del pueblo para decir unas palabras dentro del bus y hacerse unas fotos.
Tiempo este que aprovecharon, para hacerme una entrevista para un periódico local, tras irse la alcaldesa nos hicieron una entrevista a Juan y a mí e iniciamos el viaje.
Yo estaba un poco cabreado porque tuvimos al público, que lastima, casi veinte minutos dentro del bus, esperando, sin ningún tipo de entretenimiento, porque además nosotros mismos, no sabíamos que hacer.
Pero empezamos. La función eran para asociaciones de mujeres mayores y del grupo del teatro del pueblo.
Aquello que convirtió en una fiesta, el plazo de tiempo se cumplió a la perfección y tal cual está marcado, pero no paramos de improvisar, de reír, de pasarlo bien.
A Juan lo vi pletórico, como siempre, pero es que ayer había momentos donde el tío estaba disfrutando de verdad y yo me apartaba un poco y lo dejaba solo, porque es que estaba dándolo todo y muy bien, varias veces me quedé callado para evitar reírme de sus improvisaciones.
Al final acabamos llamando por sus nombres y jugando con las mujeres del público como si las conociéramos de toda la vida. Una quiso casarse conmigo y otra me pegó un tirón de un hilo que sobre salía de mi gorro y casi me lo rompe, eso me sirvió como broma para todo el viaje.
Acabamos y todas nos besaron y nos dieron las gracias, pero las gracias eran para ellas, por lo geniales que fueron y lo bien que lo pasamos.
Yo había dormido muy poco la noche antes, solo hay que ver mi cara en las fotos para que veáis que es cierto, pero allí estaba al cien por cien, cuando acabé estaba feliz pero Juan igual.
Después en casa, me eché a dormir la siesta y no pude hacerlo, porque no se me iba de la cabeza esas señoras, sus risas, sus juegos, sus ganas de pasarlo bien, la blanquezca de su humor y sus comentarios y el rato que todos fuimos muy felices en ese autobús.
Bueno marcho que pronto estará Juan aquí para recogerme y ya os contaré como va el nuevo formato.
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