Uf qué mal, voy tarde y lo sé.
Voy caminando puesto que calle Ollerias está cerca de mi casa y voy cargando todas mis cosas.
El otro día me citaron a las 19:00 horas, en calle Ollerias, pero yo propuse que era mejor un poco antes, entonces me adelantaron a las 18:30 horas. Pero esta mañana, a última
hora, han citado a todos a las 18:00 h, pero yo he dicho que llegaré, tal como tenía
organizado, a las 18:30, pero ahora voy tarde. Que capullo soy.
Voy ilusionado, tengo ganas, bastante ganas, de hacerlo. Quizás no tengo ganas del previo: los ensayos previos, la preparación, estar con gente, que se conocen, que todos son amigos entre ellos menos yo y eso, a estas alturas de la pelicula, me sigue dando corte o eso o es que estoy poco sociable. Sé que Nacho estará ocupado montando la preformance donde paricipa y que estaré solo. Por todo eso hay pocas ganas del previo, pero si muchas de actuar.
Aunque tengo más la vista puesta, y eso no es bueno, en lo que va a pasar después,cuando salga de la actuación, que en la actuación en sí.
Espero encontrarme con Nacho y que me organice un poco este descontrol que llevo por dentro.
No he salido en todo el día, pero tampoco he trabajado la pieza.
Solamente en el tiempo que he tenido entre la ducha y preparar todo el vestuario, he hecho dos pases.
Anoche, mientras venía a casa si hice unos cuantos pases de texto e iban perfectos.
En cambio esta tarde me han salido regular, pero eso es bueno, también.Porque así, ahora estoy más atento y le pondré más ganas.
Es verdad, mientras los hacía, estaba muy aburrido. Lo he hecho sin ganas, porque ya lo tengo todo muy bien pillado y no quiero repetir más, quiero actuar y quiero mostrar.
Llevo tanta prisa que no me va a dar tiempo a desviarme y comprarme un dulcecillo, o mejor dicho ese chute de azúcar que me gusta antes de actuar.
Bueno no seamos falsos, lo de antes de actuar es una mala excusa. Siempre busco alguna razón para justificar la ingesta de dulces.
Como digo por la falta de tiempo, me agencié, en casa, unas galletas de chocolate, pero iba tan desganado, a la vez que tan nervioso que no me corrían por el gaznate. Las dejé y no me las comí.
Llegué al bloque y en la puerta me encontré a Nacho y a su amigo Gabriel...
¿Queréis saber lo que pasó?, pues a leer la próxima entrada.
Guapo sales en estas fotos.
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