Voy a aprovechar y voy escribir sobre la actuación de ayer, viernes 16 de septiembre del 2016, en la última de Las noches de verano en San Miguel.
Cada vez tengo más claro que debo escribir sobre las actuaciones, cuando acabo de hacerlas, porque las cosas son más ciertas puesto que los sentimientos están más cercanos. Por ejemplo, desde que acabó ayer la actuación a hoy han pasado tantas cosas que lo veo todo de otra manera y eso que aún no hacen ni 24 horas.
Ayer, llegué muy contento al cementerio, iba oyendo música, así entre y me paseé por el cementerio. Estaban ya las sillas puestas, estaba atardeciendo, todos iban de un lado a otro, veía a compañeros vestidos, otros a medio vestir y otros en ropa de calle y eso me gustaba. Después del ensayo general cada uno iba a realizar su trabajo, tranquilos, con ganas y con muy buen rollo.
Llegué, Edu me hizo algunas indicaciones, muy acertadas por cierto y luego Ana Vico me hizo algunas consultas sobre lugares en Málaga para estudiar teatro, al rato, se nos unieron Lulú, Tony y José y estuvimos de charla.
Yo tenía pensado y programado todo lo que iba a hacer, ensayar, maquillarme, vestirme y de nuevo calentar el personaje, pero al final no lo hice, me puse a hablar con uno y otro y al final no hice nada.
Después comencé a maquillarme, estaba tranquilo, relajado, con ganas de actuar de estar allí, es más iba un poco sobre seguro.
En nada de tiempo dieron los 20,00 h Nos dijeron de vestirnos, estuvimos un rato hablando y llegó la hora de irnos al lugar de actuación.
Nos metimos en el coche porque hacía frío, Lulú, Luisa y Manuel el dueño del coche. Me lo pasé bomba, este hombre nos leyó hasta la mano.
Luisa se puso con sus chistes, al igual que hizo mientras vestía a los chicos y yo me lo pasé bomba. Además descubrí a Lulú me lo pasé genial con ella, que niña con más arte, con más chispa y más gracia. Estuve una hora riéndome sin parar.
Luego empezó el primer pase, que para mi gusto fue correcto y no digo más.
Me sentí la voz muy floja y cuando intentaba subirla me raspaba un poco la garganta, pero noté que mi voz no daba para mucho en ese pase.
Hice las novedades que me había marcado, pero quizá me faltó el temple y la seguridad de la edición anterior. Noté que caminaba de caderas y no de pecho y que perdía la posición facial del personaje.
Fue más fiestero y blando como en las pri-
meras veces. Pero vamos que el coche no me ayudó porque no me permitió hacer mi entrada solemne, sino una llegada con prisas e insegura, como la de las primeras ediciones. Al tener que ayudar a las chicas a bajar y abrirles hacia que todo se descontrolara mucho.
No estuvo brillante de hecho per-
sonas que han cono-
cido a Ra-
fael Eche-
varría y a Alvin, me han dicho que des-
pués de ver a Rafael, Alvin se queda un poco corto. Lo sé soy consciente pero es que Alvin y yo....
El descanso entre pase y pase, fue de nuevo complicidad con mi Luisa y risas con las burradas de Lulú, que grande es. Calenté durante un rato al personaje.
Y de nuevo segundo pase, este creo que salió mejor, mucho más marcado y más cercano al público, pero de nuevo me noté algo forzado, muy interpretado y sin la seguridad necesaria del personaje.
Acabé bien, en plan otro trabajo acabado, había cumplido, pero no estaba ni satisfecho, ni orgulloso.
Es si, después de la escena anterior a nosotros, que era tan triste, nuestra llegada sorprendió y como dice mi Luisa conseguimos, en nada de tiempo, hacer que el público cambiará el chip y comenzará a reír con nuestros personajes.
Acontecimientos ocurridos posteriormente, en el post actuación,
hicieron que ahora el recuerdo de este día sea un poco... ¿amargo?... Y
no me fluyen los recuerdos muy fácilmente.
Ahm gracias a las amigas de Gloria que dicen que les encanté y Tony te lo
tendré en cuenta me has quitado a uno de mis grandes fans, Alex, puesto
que el sábado solamente te abrazaba a ti.
Jejejejeejejejejeje eso indica que trabajaste muy bien Tony y lo sé y me
hace sentir satisfecho y tu Alex sigue así que nadie te cambie.
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