OTRO ENSAYO MÁS.

El martes 19 de agosto de 2014, o sea, ayer, aunque parece que hace mil años, que ocurrió. Esto de la feria y las juergas constantes, unidas a ensayos, el  trasnochar, irte de fiesta de día, volver de noche, es un trasiego extraño, que te deja el cuerpo y la mente dislocados. Por eso, cuando, hoy, un día después me dispongo a escribir esto, parece que han pasado mil años.
Pues bien, el martes 19 era festivo en Málaga, pero nosotros ensayabamos, madrugón y pasearte por las calles de una Málaga que aun duerme la resaca de feria de la noche anterior, para llegar a la cita.
A la hora en punto llegué, medio muerto,  y poco después llegaron mis compañeros y nos dirigimos al ensayo.
Mi sorpresa fue mayúscula, al comprobar que mis compañeros estaban aun más cansados que yo.
Lo primero fue una prueba de vestuario, donde yo no me probé nada y tras eso, un calentamiento y a ensayar, se acabó de montar el final de la obra.
La verdad, y soy sincero, estos ensayos se me están haciendo largos y pesados, como ya dije, mi personaje a penas sale, pero cuando sale, tampoco se le da mucha libertad de actuación y todo esta marcado y remarcado, me siento un poco muñeco, donde debo hacer lo que me dicen, y encorsetado a unos movimientos e indicaciones.
Subo, oigo, hago y me bajo, esa es la tónica en la que se pueden resumir mis

ensayos, que como digo se me están haciendo muy largos, muchas veces pienso, si no estoy dando el cien por cien, pero cuando otras intento decir o poner algo de mi cosecha y no se acepta, pienso que lo mejor es callar y obedecer.
Pero bueno, mañana otro más y este si es ya el ultimo.