miércoles, 31 de julio de 2019

UN TONO EN EL PRIMERO Y OTRO EN EL SEGUNDO DE SAN MIGUEL.


No hay mejor manera de definir mi actuación de ayer, sábado 27 de julio del 2019 en el cementerio de San Miguel, dentro de la segunda Noche de verano en San Miguel,  la dedicada a las artes, que con el título de esta entrada, que no es otra cosa que el resumen que esta mañana me ha hecho, por teléfono, mi Luisa. Anoche salí del cementerio con dicha impresión, nadie me lo refirió, pero hoy, ella con su siempre acertada afirmación, ha confirmado que mi sospecha era cierta.

Siempre digo que hay que escribir las crónicas tras las actuaciones, porque a media que va pasando el tiempo se van viendo las cosas de manera muy distinta, pero esta vez hasta que no hablara con mi madre y viera su reacción sobre mi actuación, no quería escribir.

Y ¿ por qué con mi madre? Pues porque tras el ensayo general, y el éxito del mismo, Luisa me lió para que le dijera a mi madre que viniera a vernos, eso hice y eso hizo ella, venir.

Y sí habéis oído bien, quería oír la opinión de mi madre, y claro pensareis:”  Vamos a ver, si es tu madre, que te va a decir que lo has hecho mal” pues sí tenéis razón, mi madre nunca me dice que lo hago mal, pero cuando  algo no le gusta, su reacción es la de: “Muy chulo, muy chulo” y poco más.

Así que hoy cuando me he levantado, la he saludado, ayer es que cuando llegué a casa ya estaba acostada, pues tras mi saludo, me ha abrazado y me ha dicho que le encanté, que casi se emociona, que se le saltaron las lágrimas, que a una vecina, que se encontró en el cementerio, se le pusieron los vellos de punta, ella se quedó muy impresionada y no entendía por qué no me salían muchos más trabajos ( Es cierto que esta última afirmación es muy de madre pero las demás no.)

Con la seguridad y la confianza de que a ella le había gustado, ya me sentí con fuerzas y ganas para escribir esta crónica de la noche de ayer,  ya que como del primer pase no salí nada contento necesitaba y esperaba, antes de contaros algo,  su reacción.

Dos pases hicimos, uno a las 21:00 y otro a las 22:30.

El tiempo de espera antes del primer pase,  se me hizo eterno. De nuevo estaba solo, bueno me acompañaban Mario, el violinista, en mi misma habitación y Maríangeles, la que bailaría y actuaría conmigo, en la habitación contigua. Debo decir que a esta casi la vi y con Mario, conscientemente, apenas tuve contacto.

Esta vez no quería entablar  conversación con él, me pasé todo el previo sentado en el suelo de la “sala de duelo- camerino” haciéndome fotos, ensayando, grabando videos de mis ensayos, viendo el ensayo general y posteriormente ensayando una y otra vez en la capilla. Estaba realmente nervioso por la presencia de mi madre y por todo lo que habían vendido mi actuación, no quería defraudar, a nadie, por eso si todo salía mal, al menos que no fuera por falta de concentración y preparación.

En el segundo pase ya estaba mucho más tranquilo, por ello, el tiempo entre un pase y otro lo dediqué a estar sentado en la “sala duelo-camerino” de las chicas, charlando tranquilamente con Maríangeles, por ello como dijo mi Luisa y  como dice esta entrada un pase tuvo un tono y otro, otro.



1.- El primero tuvo un tono nuevo:



"Salió muy bien, todo estupendo, muy bonito, pero sonó totalmente distinto a todos los ensayos anteriores y al general". Esas fueron exactamente las palabras de Luisa y más razón que un Santo tenía la señorita.

Después de ese previo tan tenso y tan nervioso, me fui, solo, al lugar donde tenía que esperar mi salida, un hueco entre panteones, allí me metí, volví a calentar el personaje, me eché vino blanco, que llevaba en una botella, por la ropa y la cabeza a  modo de colonia y hasta un buche le di, quería oler a alcohol al acercarme al público. Tras el calentamiento quedé contento, oí a la anfitriona presentarme e hice mi salida.

Iba nervioso y con mucha presión; tenía que hacerlo bien, porque mi madre tenía que disfrutar, en este caso pasarlo regular, y porque mis compis tenían las expectativas muy altas. Salí en mi mundo, y de pronto me di cuenta de que había movimientos de personas que aun no tenían su lugar, otros indicaban asiento a otros, y lo peor es que al salir oí comentarios, risitas y bromas.

Me vino a la cabeza la actuación de Queipo de Llano, pensé que unos cuantos podrían destrozar mi trabajo de semanas, así que, si por dentro era un flan, imaginaos a un flan que le rompes su base o sus cimientos... se derrumba, pues así estaba yo. Deseaba acabar.

Me iba desconcentrando por momentos y aunque para Mariángeles, Edu y María José, el hecho de que el público empezara a ver la actuación con comentarios, bromas, risitas y movimientos y acabaran en el más absoluto silencio, paralizados y sin reaccionar, es indicio de un grandioso éxito, pero para mi fue una sensación rara. Me dio la impresión de que los aburrí, aunque por la respuesta de mi madre, no fue así, por eso necesitaba oírla.

Pese al nivel alto de inseguridad, hice todo tal cual estaba planteado, movimientos, textos, cambios de registros, llantos, risas, gestos, todo tal como estaba marcado, ensayado y previsto, pero no sonaba igual, no era real.

Mi cuerpo y mi voz lo hacía todo, pero  mi mente estaba fuera, en el público, auto dirigiéndome, analizando sus reacciones. Estaba más atento a ellos y a su reacción que a meterme en el personaje.

Bueno no sonó igual, yo no estaba dentro, pero si desde el público se vio bien y no se notó pues perfecto.

Por cierto, al irnos, Mariángeles y yo también tuvimos una salida rara, puesto que la prevista parecía que no iba a estar preparada, nos fuimos, volvimos... no sé...




2.- Este sonó como en los ensayos:



" El segundo ya sonó como siempre" Me dijo Luisa y sí esta vez salió, el silencio fue sepulcral desde que pisé el lugar de actuación, no se oía ni una mosca. Ya había parido, como se suele decir tras un estreno, ahora lo podía disfrutar y eso pensaba hacer e hice.

Creo que tampoco quedó o estuvo al nivel del ensayo general, pero es que en el ensayo general se generó una atmosfera que no fue real, fue algo demasiado grande, quizá este pase estuvo al nivel del general, pero como ya a todos se nos había pasado la primera impresión se vio más normal, no sé.

Creo que esa mirada perdida estuvo pero no tan especial.

Pero esta vez sí me sentí metido, sí estuve a gusto, sí me metí más en la emoción, pero siempre con la inseguridad y la duda de:" ¿ Estará llegando o no?". Pero esta vez si me sentí dentro y cuando miré a una señora y su acompañante pidiéndoles :" parad" que era lo que les pedía mi personaje a las personas, la noté quieta, pero sus ojos me miraron creo que con lastima, estaban húmedos y tuve la impresión que si la llego a mirar  un segundo más me hubiera abrazado.

Al acabar esta vez, sí me fui contento y al oír los aplausos y dejar a Mariángeles, ya que entrabamos juntos a la capilla, caminé unos pasos, solo, porque iba emocionado y  se me saltaban las lágrimas. Al hablar con los compis repetía una y otra vez:' Esta sí, ahora sí".

En el saludo y foto final la madre de Toni se acercó  a mí y me dijo :" Me has hecho llorar".

Así que como decía a mis compis, esta vez sí.

PD: Solo dar las gracias a Edu por esa joya, decir que me encantaría hacerlo al menos una vez más, ya lo controlaría y lo disfrutaría, gracias  Luisa por todos tus valiosísimos consejos, gracias Anabel por tu información, gracias David por tu apoyo.  Lo mismo salió todo mucho mejor de lo que cuento pero quizá mis expectativas eran muy altas ( ¡¡¡ Ay hermano no aprendo!!).

Y ya que he mencionado tanto a mi madre os dejo dos fotos para que veáis lo guapa que fue al cementerio.

















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