Pues al final, no voy a hacer una sola entrada sino que van a ser varias, las que me van a salir sobre el estreno de Las noches de verano en San Miguel, ayer sábado 9 de julio del 2016.
ron los pases y yo concre-
tamente, lo comencé, subido en el alerón lateal de un coche de los años 20 en marcha.
De nuevo vuelvo a realizar el mismo comentario que he hecho en
tantas ocasiones. Siendo actor vives cosas o momentos que no todo el mundo
puede vivir. Por ejemplo ir de pie, en el alerón lateral de un coche de los
años veinte, a toda velocidad, mientras gritas con una copa de cava en la mano.
Dos veces lo hice y fueron alucinantes, como te da el viento en la cara, como gritas, como sientes la velocidad, inseguro por si te caes, pero a la vez con la emoción y la alegría de lo que haces, fue genial.
Pero eso si en el
primer pase el muchacho frenó tan cerca del lugar de la actuación que pensé que
nos comíamos al público y en la segunda el viento generado por el auto me voló
el sombrero y el cava, que fue a parar a mi cara e inicié el segundo pase
con las gotas cayendo por mi rostro.
Lo dicho, pienso que ambos pases estuvieron muy bien, pero no sé por qué yo
no los disfruté. En el primero me trabé en una frase en ingles y fue muy rápido. Al acabar lo sentí rápido, como si no hubiera pasado. En ese momento me sentí fuera de mi.
No llegaba con el personaje cogido, la entrada tan triunfal, me hacía quizá descolocar al perso-
naje y aun-
que creo que se puede decir que estuvo correcto. No tenía ni el cuerpo, ni los ojos, ni la forma de hablar, ni las expresiones que me había planteado y que había trabajado. Todo eso me hacía salir un poco desinflado de cada pase.
Aunque en el primero se oyeron risas, comentarios sobre lo que ocurría en escena y aplausos en varios momentos. En el segundo pase el publico fue más frio, infinitamente, más frio, lo cual me enfrió a mi mucho más.
Además esto es fácil, yo siempre digo que el aplauso y las felicitaciones tras una actuación, son el momento de la evaluación por parte del público tras tu trabajo y ayer fueron pocos los aplausos y muchas menos y algunas muy frías, las felicitaciones de los asistentes.
Después me vinieron críticas, siempre constructivas, reconozco que joden, pero son para ayudar: Como que mi personaje o su fin no se entendió bien, que metí palabras en " mal español" demasiado complicadas para un americano, que iba precipitado. etc...
Yo creo que no estaba el perso-
naje, no sé por qué, porque lo tenía superbien pillado. Cuando una obra pasa y al actor se le pasa muy rápida y casi sin darse cuenta, se dice que es porque has estado tan metido en el personaje y la historia que has dejado de ser tu para ser él. Ese es el culmen para un actor.
Ayer sentí eso que todo había ido rápido, que todo se me fue de las manos, pero no creo que fue poque dejé de ser yo para ser él, sino porque perdí el personaje y lo hice automaticamente, pero tampoco fui constiente de ello, fue todo raro ya digo.
Creo que corrí mucho y que lo dejé pasar por mi sin disfrutarlo.
Creo, ya digo, que la entrada triunfal, inciaba la escena a un ritmo rápido y atropellado que no supe retener durante la actuación.
Bueno a corregir, mejorar, pero ya digo contento no estoy para nada, por mi y por mi trabajo, pero por el conjunto y los compañeros, sí porque ESTUVIERON DE DIEZ. QUE DIGO DE DIEZ ESO ES MUY POCO PARA ELLOS.
PD: No sé por qué esta rojo y disculparme.
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