El martes 26 de julio del 2016, salimos a viajar, hasta nerviosos estábamos
los dos. Fue curioso porque llegamos por la mañana temprano, nos vestimos, nos
maquillamos y ambos teníamos la sensación de que después de tantos días sin
hacer pases, íbamos a vestirnos, desnudarnos y volver a casa. Pero no, esta vez
si teníamos que viajar, esta vez el coche si se pondría en marcha con público y
los haríamos disfrutar.
Por cierto, que la noche anterior, mien-
tras veía en televisión una película española, antigua, sobre una monja, tenía esas cosquillas en el estomago, porque tenía ganas de representar el Quijote, de una vez, por todas.
Pero cuando el móvil sonó a las ocho y media de la mañana, ni sabía por qué sonaba, ni tenía la más mínima gana de ir a trabajar.
Recuerdo que cuando Juan me recogió en la puerta de casa me dijo: " camino, porque como me pare me voy a dormir".
El hecho de que al llegar al bus, estaba Fran, sustituto, perdón cover de Juan, nos animó a seguir para adelante, ya digo dándole indicaciones a él, nos vestimos, maquillamos y listos para actuar.
Llegamos puntuales al lugar de la actuación, un viaje concertado para una
asociación de Mangas Verdes. Por su experiencia, Diego, nos dijo que sería una
asociación de mayores y tanto Juan como yo teníamos el chip de trabajar para
mayores.
Pues de pronto, apa-
recen los viajeros y son niños de 4 a 12 años, todos mezclados, fue una sensación de: " ¿Qué hacemos ahora?" pero como siempre digo somos dos mons-
truos y un gran equipo y en una milésima de segundo, pusimos el " modo niños", " modo infantil" y a currar.
Al principio me dieron mie-
do, muchos niños, pocos monitores, una madre... que siempre son las más exigentes y muchos niños chicos con ganas de reír, de pasarlo bien, los mayores con ganas de rebeldía y pasar o " reírse de noso-
tros" y los chicos totalmente pasando de todo. Publico difícil.
Pero al final acabaron todos participando de la fiesta, los chicos involucrados, los mayores interesados y la madre dándonos perso-
nalmente las gracias y mandado Whatsapp a la empresa para darnos la enhorabuena. ¿Qué más podemos pedir?
Pues se puede pedir que los actores también lo pasen bien y también lo
pasamos bien, porque hubo como siempre, conexión entre Juan y yo, es más
improvisamos lo más grande y ya digo... el Quijote para nosotros está chupado,
esta guay ver como dominas una situación y en base a ello juegas.
Como digo la conexión fue total, con los niños, ha-
bía una chica de cuatro años, que era su cumple, le cantamos y luego pasó todo el viaje cogida a mi mano, otro chico de Rumanía que se hizo amigo de Juan y los rebeldes que no pararon de reír y de seguirnos el rollo.
Es que no hay más Don Quijote, viaja poco, pero cuando lo hace TRIUNFA, pero la pena es, como digo, que lo hace poco.
Por la tarde, sin público otra vez.
Todo llega.
ResponderEliminar