Con lo que yo he criticado, siempre, a los actores que van a los casting con los
textos sin aprender, cogidos con alfileres o a veces cogidos ni con eso. Pues yo, ayer, debo de confesar que lo hice. Tengo mí por qué,
pero aunque lo tengo, he de reconocer
que no es justificación.
Ayer lunes 4 de julio del 2016, tuvo lugar en la Sala Pedro Aparicio,
situada en el mismo edificio del Teatro Cervantes, el casting de la pieza Los Puercos.
Se han presentado los más granados e importantes actores de Málaga, o sea,
actores de renombre y yo pues que me veía un poco, o un mucho, descolocado. Eso unido a muchos rumores que se
dice en la profesión y a que no tuve
mucho tiempo para estudiar, dudé si asistir al casting.
Al final lo hice, pero sin preparar el personaje, sin una vestimenta
apropiada, iba con ropa normal de verano, pantalón corto y tenis y lo peor sin saberme bien el texto. Tenía una especie de monólogo,
cuento. Me sabía la esencia, la idea la tenía
muy clara pero eso sí, con mis propias palabras. Pues así, con toda mi cara, me presenté
al casting.
Sé que no me van a llamar para el papel, son solo tres pa-
peles de hombres y yo por edad solo aspiro a uno de ellos. Pero no me arrepiento de nada, porque disfruté mucho el casting.
Como estaba totalmente relajado y no me jugaba nada. Pues lo hice relajado no, lo siguiente y me lo pasé muy bien.
La pieza está escrita por Ignacio Nacho y él dirigía el casting. Debe
ser un gusto trabajar con ese hombre. Solamente lo conozco del casting y
aquello fue una gozada. Por tanto trabajar con él… Qué ganas tengo de dar
el salto a lo profesional de verdad.
Es más, como no tenía nada que perder, estuve tranquilo y disfrutando y
empapándome de lo que pasaba a mí alrededor.
Recuerdo la cara de ilusión de una acomodadora del teatro Cervantes, que me
conoce desde hace mucho tiempo, la vi súper contenta de verme por una
vez, sobre el escenario y no abajo.
El trato de Ignacio Nacho fue encantador y ya digo ojala
trabajara alguna vez con él.
Ignacio si necesitas un actor de mis características aquí me
tienes.
Pues me da a mi el palpito que te va a llamar.
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