Todo solucionado, por fin. Aunque acabo de mirar el reloj y comprobar que, una semana más, voy tarde.

Me quité un peso de encima, el nudo del estómago y desde ese momento disfruté de todo lo que me rodea.
De nuevo el entorno tenía encanto, magia y para celebrarlo me comí mi sándwich.
Era de un paté especial, que compró mi madre y estaba de vicio. Me ha sabido a poquísimo.
Después llame a casa para contarlo todo, tras la conversación caminito al mirador a poner la música.


Antes de seguir escribiendo o de ponerme a leer o lo que sea que haga ahora y debido a la hora que es, he retocado ropa, maquillaje, colonia etc.
Voy perfecto de tiempo, ya estoy caliente, listo y con la entrada del blog escrita. Son las 22,32 quedan unos diez minutos para que llegue el público, pero como en teoría, pueden hacerlo ya, dejo esto, y me voy a mi sitio de entrada.
Hoy relajación y lectura no ha habido pero, no pasa nada.
A por Rafael.
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