gante, señor,
caballero, frio, descarado y por qué no decirlo "mafiosillo"
más fa-
moso y conocido mundialmente que Frank Sinatra? Pues hoy, viernes 28 de
julio del 2016, mientras preparaba la ducha para irme a Las
noches de ve-
rano en San Miguel, he pensado: "¿Qué música podría oír
que me inspirara la época de Alvin Karpis?" He pensado en oír a
Frank Sinatra y cuando he puesto la canción My Way, me he dicho: "¡¡Esa
sería la música de Karpis!!".
A cada personaje me gusta darle un olor o una música o ambas cosas y para Karpis no tenía ninguna de las dos y ¡Por fin lo he encontrado! Eso me ayuda mucho a crear los personajes.

He salido del baño, con muchas ganas de ser Alvin. Con ganas de llegar al cementerio, de probar su voz, su cuer-
po y demás novedades. Quiero de-
mostrar, todo lo que he organizado en mi cabeza. Sé que está poco trabajado pero quiero darlo a conocer.
Será algo improvisado. No me gusta trabajar improvisadamente. A ver, sobre una base de trabajo segura y bien he-

Mi plan es llegar pronto al cementerio y ponerme, solo, a ensayar, la voz, el cuerpo y todo lo que quiero incorporar, movimientos, posturas, gestos y dejarlo afianzado para que cuando empiece la función.
Qué ganas de llegar al cementerio y trabajar.

En cuanto llegué, más de quince minutos tarde, me encontré a Luismi que llegaba igual que yo, eso me consoló, pero nos pusimos a charlar entre nosotros, luego se unió Gloria. Entramos al cementerio y vimos de venir a Luis y luego a Javi.

Nos fuimos a un bazar cercano y ibamos charlando, haciendo bromas y hablando de teatro, por cierto, en ese paseo me comentaron, que el día anterior, Luismi había hecho mi papel y conquistado al público. No me extraña es un genio de la naturalidad.

Este nos metió mucha prisa, para maquillarnos, vestirnos y estar listos, ya, para una sesión de fotos de cada personaje.
Eso ya hizo correrlo todo, vestirme, maquillarme, salir fuera, esperar mi turno, hacerme mis fotos, volver, saludar y así una cosa tras otra hasta que llegó las 21 horas. Hora del inicio del primer pase y no pude ensayar, ni calentar el personaje, ni marcar, ni nada.
Mientras estaban las anfitrionas con sus recorridos y los personajes actuando. Yo estaba en el interior de la capilla, en una sala pequeña con Javier Zumaquero, sudando como pollos.
Menos mal que este se agenció un ventilador y pudimos respirar un poco. Yo pensé que estaríamos en la calle, como la vez anterior y ahí ensayaría, pero de nuevo, nada, porque al no tener coche, salíamos desde el interior de la iglesia...
Podíamos haber ido, a la otra sala, con el resto del grupo y estar de cachondeo y hablar de mil temas, como la vez anterior, pero yo preferí quedarme con Javi, solos en nuestra sala.
Además este
tenía un problema a la hora de hacer las pausas en el texto y así preparando su
texto, para evitar dichas pausas y haciendo un trabajo duro de técnica vocal,
pasamos, ese pedazo de Javi, que buen tío es, y un servidor, la hora de espera
para salir a actuar.
Cuando nos tocó nos fuimos a nuestros puestos y comenzó el show.
Que pecha de leer.
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