jueves, 7 de julio de 2016

TRABAJO, DURO, PERO DURO BAJO EL SOL.


El jueves, era el día que Luisa tenía libre para ensayar y aunque yo salí anoche a las diez y algo de la noche del cementerio. Hoy jueves 7 de julio del 2016, a las once y media de la mañana, de nuevo,
estaba en las puertas del cementerio.

Si Luisa era el único día que tenía libre, pues nada, allí estábamos todos para ensayar con ella.

Anoche llegué a casa a las dos de la mañana, estuve con mi amigo Rafa, tomando un batido en la titearía El café con libro, porque mi Teteria favorita estaba cerrada.

Y pasamos cerca de dos horas, con mi guión de, Noches de verano en San Miguel, sobre la mesa. Yo hago de un americano que apenas sabía español y mi amigo aparte de haber estudiado filología inglesa ha vivido casi diez años en EEUU.

Así que hizo un trabajo titánico y fuimos, mirando, analizando y pensando cada expresión, cada palabra, para que parezca a como lo diría un americano y mirando como sonaba, fonéticamente, cada palabra que digo en ingles.

Gracias Rafa por tu atención y tú cuidado.

Pues  eso, después de dormir ocho horitas, de nuevo al cementerio, allí estaba ya mi Lusita, estuvimos un rato paseando, luego llegó Rosa y después de organizar todo un poco, vestuario y demás.

Un repaso de texto porque había visitantes en el cementerio y listo a hacer pases y pases.

Me encanta la escena y mucho más mis dos compañeras, la conocida es un encanto, Luisa, pero la nueva, Rosa, es genial y yo muy contento con ellas.

Hemos repetido la escena como unas 6 veces, todas a petición de Luisa. Estaba agotado, pero todas sus peticiones de repetición yo las hacía, gustosamente,  porque  es una actriz responsable.

Tengo ganas de que llegue el sábado y hacerlo con ellas.

Yo muy contento, porque  he podido poner en práctica todo lo planteado ayer sobre el acento americano. Además he  incluido cosas nuevas  a mis compañeras que han pillado sin problema. Y que creamos anoche entre Rafa y yo.

Eso sí, al final de los ensayos, tenía dolor de cabeza y mucha sed. Me venian imagenes de piscinas y hablaba de agua y se me llenaba la boca, yo creo que había sudado demasiado...



Dos horas hemos estado ensayando al sol, una escena de menos de cinco minutos, o sea, TRES CURRANTES.

Y  luego seguí currando, porque tras el almuerzo a recortar el pantalón de Karpis, cogerle el dobladillo y hacer mi primera prueba de vestuario.






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