Llevo un buen rato intentando escribir esta entrada pero no puedo
empezarla. ¿Por qué?, pues porque la entrada anterior está escrita en letras
rojas y por más que cambio el color de la letra, del fondo y le doy a aceptar, no lo pilla y vuelve al mismo color. Llevo con esto cerca de veinte minutos.
Paciencia, es mi segundo nombre.

Como digo la expe-
riencia de ayer sigue siendo rara hasta el fi-
nal, o sea, hasta que acabe de escribir sobre el estreno en el blog.
¿Será verdad lo que mis compañeros cuenta sobre los fantasmas de los personajes del cementerio.?
Como siempre digo, no quiero que nadie se sienta mal si no lo
menciono o no digo nada de él/ella, pero esta vez muchos se van a quedar fuera y soy consciente de ello. Pero si habéis leído todo lo anterior, me sentía tan inseguro, tan nervioso y tan escondidizo que con muchos de mis compañeros a penas hablé y con otros hablé mucho menos de lo que quería o debía.
Gracias a Santi, que sin saberlo fuiste mi paño de lagrimas, porque fuiste, digo otra vez, sin saberlo, quien me animó. Hablé con él, me enrolle y con ello dejé de pensar en mis inseguridades. Gracias Santi. Otro tío nobletón y buena gente. Esos son los que hacen falta en los grupos de teatro.
Mari Ángeles a la que apenas vi, solo me la encontraba al acabar cada pase para decirme: " Te he visto desde un panteón y has estado genial", algo que me ha repetido hoy, tanto ella, como en boca de su marido, pero no les creo, porque no son imparciales, me quieren demasiado.
Destaco los besos de Inma que son sinceros y de verdad, siempre antes de salir a un pase o recién acabo un besito. Ayer era Mary Poppins y estaba que parecía que había viajado en el túnel del tiempo y los abrazos de Ana Luz, sinceros hasta decir basta y anda que tampoco iba guapa, otra que me quedé con ganas de ver actuar, ofú.
Los niños, que no se si eran dos o doscientos, porque estaban y los encontrabas por todas partes. Ismael, como digo encantador y cariñoso siempre, pero muy trasto, que travieso es, pero te quiero, ¿Lo sabes no? y Alex que cada día me gusta más ese niño, me encanta, tan mayorcillo ya, tan obediente, tan bueno, va a ser un gran tío, sigue así Alex por favor.
Y mis dos niñas, Rosa la nueva y Luisa LA GRANDE, ya le he pillado el punto a Luisa, ya sé porque es tan gra-
ciosa, tan divertida, tan amable, tan adaptable, tan cariñosa, tan responsable y tan loca, es porque es una persona muy inteligente y muy buena, pero tiene una inteligencia enorme y a mí me tiene enamorado, Luisa contigo estoy como en casa. Me encanta hablar en serio contigo, trabajar contigo y reír contigo.
Ayer entre pase y pase, lo pasé genial, era surrealista. Allí sentados en medio de la arena, vestidos de fiesta, bebiendo cerveza, bueno ellas y charlando con los dos sepultureros y el dueño del coche, por cierto, todos muy apañados y divertidos.
Rosa, nueva incorporación, pero otra a la que le ha entrado el veneno del teatro dentro, porque la tía lo ha hecho genial y con ganas de más de mucho más.

Del público no puedo hablar, gracias a todos por venir, pero permitirme que mencione a alguien que estuvo porque tenía que estar. No era su obligación. Ya no, pero ella quiso estar y yo sé por qué lo hizo, por animarnos, porque nos quiere y porque sabía que la necesitábamos allí TODOS, jefa te eché de menos pero solo un poquito, porque aunque sea un poquito pude verte, Gertru vuelve YA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario