lunes, 5 de noviembre de 2012

ENSAYO GENERAL DEL TENORIO


El Martes 30 de Octubre, tras un ensayo de "los timadores" con Migue, me vine a casa, lo cual, me dio tiempo a , almorzar, descansar un poco, e irme al teatro.
Era un día horrible, en mi casa estaban blanqueando, llovía a mares y parecía de noche a las 16:00 horas.
Comí tranquilo, me vestí, me maquillé y mi padre me llevó hasta el teatro, porque estaba diluviando.
Llegué algo nervioso, entramos dentro, rápidamente me fui al escenario y me asomé, eso me dio mucha tranquilidad y a partir de ahí todo lo que hice fue pasarlo bien, sabía que simplemente era un ensayo no había más.
Elegí camerino abajo el más cercano al escenario y lo compartimos; Cisco, Jose Antonio, Noelia, German  y yo.
Comenzó el ensayo sobre las 18:00 horas todo marchaba bien, ahí si  me puse un poco nervioso, pero al ver de lejos la escena de la taberna y los cuadros tan bonitos que se estaban formando y que gente que no tenia ninguna experiencia como; Alex estaba actuando tan bien y tan natural me relajaron y salí muy tranquilo, el resto del ensayo se desarrolló sin grandes incidentes.
Quizá lo peor de todo, fue que los pobres de atrezzo, no habían ensayado a penas y todo era un poco caos, muebles que no estaban donde debía, retrasos en los cambios etc.
Creo que mis escenas salieron bastante bien yo además estaba muy relajado y cuando llegó el momento de hacer de estatua no me supuso ningún problema.
Claro que esa escena se cortó dos veces, ya digo, yo estaba muy tranquilo porque era un ensayo.
Tras acabar a eso de las 21.00 horas, me iba a ir a casa, pero me dijeron que tenía que quedarme para preparar el saludo, y nos quedamos hasta las 23:00 de la noche, para un saludo que no me convenció  nada.
Ahora si, el rato que tuve que esperar a que se acabara la obra, lo pasé en el patio de butacas con Juanjo ( Cuiti) la verdad, que durante tantos meses de ensayos a penas había hablado con él, pero esas dos horas lo pasé bomba con él, el tío era abrir la boca y yo partirme de risa, que arte.
Por cierto mientras esperábamos allí, vi por primera vez, la procesión de los flagelantes y el entierro de Don Juan, y se me pusieron los vellos de puntas, por primera vez, me di cuenta de lo grande que era, lo que estábamos haciendo.
Por cierto me entraron unos nervios enormes.
Después de esperar tres mil horas, para organizar el saludo, cansado, aburrido y la verdad que no muy contento me volví a casa.





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