ADIÓS CON EL CORAZÓN

Aunque suene a una despedida muy manida, así me he despedido hoy del curso, por la mañana hemos estado dando clases de respiración, hemos calentado el cuerpo y la voz, me ha parecido interesante ver como a niveles profesionales se trabajan muchas cosas que en  la escuela  nos tomamos a broma.
Nos hemos dado masajes y ha sido muy curioso que nos diga que no nos preocupemos tanto por respirar de forma artificial como nos dicen en las escuelas, sino por la boca y natural.
Bien hoy de nuevo se ha dividido la clase en dos, unos han trabajado con Vicente y la otra mitad con su pupilo, ayer estuvo Juanma con el pupilo y le encantó y hoy he ido a probar.
Ha sido  media hora pero me ha parecido tan maravilloso que la clase de la tarde la he hecho con él.
El pupilo es el actor de la Joven Compañía Nacional Francesco Ortiz, que maravilla de hombre, las clases de por la tarde han sido dos horas con un calor insoportable en una sala sin aire acondicionado, hemos acabado todos sudando a chorros, pero por mi me hubiera quedado ocho horas más dando clases con él.
Se le notaba su ímpetu de la juventud, nos ha dado miles, de consejos, de técnicas, de armas, de herramientas para trabajar cuando estés solo en casa.

Con él no repetíamos, leíamos y él nos iba sacando de dentro todo lo que nos hacía falta, intensiones, entonaciones, dicción yo he hecho un fragmento de " El Perro del Hortelano" con Celeste y ha sido una maravilla, se trabaja sin presión con grandes resultados,  te cuenta todos sus trucos y su experiencia y al final siempre te da la enhorabuena cuando consigues lo que busca.
Un Maestro y lo dicho cuando dieron las seis y acabó la clase y ya me fui al hotel a recogerlo todo, me dio mucha pena no poder estar al día siguiente de nuevo con él.
A las diez y media sale mi tren, con lo cual tras el curso, hice compras, prepare todo, me di un ultimo paseo, pese al horrible calor, por las calles de Almagro, despidiéndome de él y reviviendo todo lo que he vivido en estos tres días.
Tras eso a coger el tren , horas de espera en las estaciones, solventadas por el Whapsat y mis amigos especialmente Mapi y después en tren a Málaga a respirar aire fresco.