viernes, 23 de diciembre de 2016

SUEÑOS Y ASPIRACIONES CAMINO A LA CUEVA.


Anoche cuando me acosté me entró la duda y no recordaba si habíamos quedado a las 7:45 o a las 8, pero aquí  estoy ya, en el lugar de la cita. Si hemos quedado a las 7:45 he llegado 10 minutos tarde y si  hemos quedado a las 8 he llegado 4 minutos antes.

La cuestión es que  ya estoy aquí y que he llegado el primero.

Hemos quedado en el local de ensayo de En Blanco Teatro y  creo que es donde estoy  o eso espero  y que  no tenga a mis compañeros esperándome en otro lado.
Hoy he dormido como un tronco, pero tal cual, es más cuando ha sonado el despertador creí que era restos del madrugón de ayer e iba a apagarlo y seguir durmiendo. Hasta que de pronto mi mente ha recordado que tenía que actuar, he repasado, en mi cabeza, todo el guión de la pieza, me he levantado, me he vestido y me he venido para acá.

Iba muy justo de tiempo, eran menos 20 cuando he salido de casa, por tanto, he venido bastante rapidito, lo cual me ha servido para calentarme, porque hace un poco de frío.

Eso sí es de noche y pensé que sería  el único que camina por las calles de noche,  pero para nada, estaba toda llena de niñas con  uniformes que van al colegio, de personas paseando  perros  y de mucha persona mayor.  Qué lástima, madrugar tanto.

Sabéis que el madrugar me sienta muy mal, no sé la causa pero  hoy estoy muy animado.

Steven y Nora llegaron con una puntualidad inglesa, Laura un poco más tarde.

Fuimos como en Fuenteovejuna, todos a una, pero eso sí, con voto de silencio, todos muy calladitos, es que tan temprano no era hora de nada. En un plis-plas, sacamos todo del local y lo pusimos en los coches.

Hablo en plural porque iban dos coches. En el de Laura iba Nora y la escenografía y en el de Steven iba yo él y más escenografía.

El viaje ha sido de una hora y algo, pero a mí se me ha pasado en un segundo y... Íbamos hablando de esta profesión, de cómo se la plantean unos y otros, de la humildad, de sueños, de aspiraciones, de seguridades, de miedos... Y no cuento nada más porque todo ha sido muy íntimo, muy real y muy secreto, pero Steven me parece un tío genial, centrado, buen tío y cuando más lo conozco más me lo parece.

Y esa conversación guay nos duró hasta que llegamos al destino, Jo.

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