lunes, 24 de septiembre de 2018

TRAS LA MACRO CENA, UN APERITIVO.


La cena del jueves fue larga y copiosa, ya que duró doce horas, en cambio la del sábado, 22 de septiembre del 2018, en comparación, fue simplemente un aperitivo. Eso sí me sentó fatal, me dejó el estómago destrozado. Es curioso ehm, doce horas comiendo y nada y  ahora con un aperitivo de menos de dos horas, me quedo harto y con indigestión.

También debo deciros que menos mal que fue solo un aperitivo,  porque yo no daba para más. Os cuento, el viernes me acosté bastante, pero bastante tarde. Puse el despertador temprano, para poder asistir a la cena bien fresco, pero resulta que el despertador sonó demasiado pronto y entonces estuve un rato que me dormía, me despertaba, me dormía, me despertaba, así que cuando me desperté definitivamente, me quedaba un cuarto de hora para que llegaran  mis compañeros. En ese cuarto de hora; me levanté, hice la cama, me arreglé, me vestí, me lavé la cara, preparé el lugar de ensayo y los esperé que llegaran.

Estaba más muerto, que vivo, había dormido apenas cuatro horas y me esperaba un ensayo donde se haría un pase completo de Las cena de las emociones,  para verla en conjunto, conocer su duración y sentirla como un todo.

Y así fue, hicimos la pieza entera, duró una hora y poco. Elena no quería paradas pero las hubo para poner música, para adaptar algunas cosas, porque un compañero se tuvo que tomar una pastilla y yo fui por agua, porque hubo alguna duda, porque algunos aportamos ideas, etcétera. Tras el pase realizamos un debate donde todos, menos Raúl, aportamos nuestra visión de lo ocurrido y  Elena se comportó, como una auténtica directora, dando muchas indicaciones y caña a las escenas, especialmente a las mías.¡Uy!.

Ahora os cuento por qué  este aperitivo me sentó mal y dañó mi estómago, veréis, tras el ensayo y las indicaciones, mis compañeros se fueron a sus casas y yo me quedé en la mía, que fue nuestro lugar de ensayo, no estaba contento, me dejó  mal cuerpo.

Después de tantos días, echando tantas horas de ensayo, trabajo y esfuerzo, en este repaso sencillo y fácil estuve fatal. Fue una especie de refuerzo  para darnos seguridad antes de irnos a Granada, pero a mí me dejó muy inseguro.

Todo esto se lo achaqué a la falta de sueño y a que siempre me dieron libertad para adaptar el texto y hacerlo más natural. De hecho nos dejaron meter " morcillas" pero de pronto nos piden quitarlas, quieren que se respete el texto al máximo y claro ahora salgo pensando en el texto original. En vez de salir a disfrutar pienso en él.

Para acabar os diré como me sentí en cada una de las diez escenas: En la 1 me volví a sentir inseguro, antinatural, vocalicé mal y no la disfruté. La 2 la viví y lo pasé genial como siempre, aunque tuve fallos en el texto, algo que no suelo tener, pero esta vez, incluso paré la escena, en la 3 salgo al final y bien, en la 4 no salgo, la 5 es mi talón de Aquiles pero esta vez fue bien, Raúl me gustó mucho, lo noté muy natural pero por lo visto y según dijo Elena no quedó tan bien, luego vino la 6 donde solo digo tres frases pero a mis compañeros se les olvidaron las suyas y me quedé solito, la 7 estuvo tan genial como siempre, es una escena divertida y a la que le tengo pillado el punto, en la 8 no salgo, la 9 me sentí dentro , natural y la viví, aunque mi compi se saltó una frase y llegamos a la 10, al principio mi compi estaba actuando y con el móvil en la mano y eso nos quitó naturalidad, tras eso me encantó hacerla, Raúl que estaba de oyente acabó llorando , pero a Elena no le gustó nada y nos dio mil y una indicaciones.

El ensayo empezó a las 11:00 y acabó a las 13: 15 aprox. Parafraseando a Elena :" Estos ensayos son los buenos, puesto que los aprovechamos, pero no nos cansamos de vernos las caras". Yo no me quedé muy seguro, ni satisfecho, pero creo que el sábado en Granada tendremos muchas horas libres para ensayar.





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