Que ensayo por favor. Muertos acabamos ambos, tanto Alba como yo, pero no porque estuviéramos hora y medía, sin parar, ensayando la pieza ,que va, sino por lo que allí dentro sucedió.
No fueron ni Amalia, ni Fernando, ni el trabajo los que nos dejaron exhaustos, extasiados y emocionados, sino el estar conviviendo mano a mano con el arte.El pasado viernes, 30 de enero de 2015, llegué muy temprano a la ESAD, para hacer el casting, pero Víctor y Alba, me dijeron que él tenía que irse a otro ensayo a las 18:00 horas y que teníamos que aprovechar el tiempo, si queríamos ensayar con él. Tenía que dejar el casting, para después.
Pues bien, ensayar con Víctor, era lo primero, y dejé el casting y me fui con ellos.
Nos metimos en una clase, nos preparamos, organizamos todo, cerramos la puerta, Víctor ocupó su asiento de director y comenzamos la pieza.. Lo que ocurrió desde ese momento hasta que acabamos y Víctor dijo que se iba, no puedo explicarlo con claridad.
Ese maestro llamado Víctor, vio un pase de la obra, nos dijo que estaba bien , pero que quería rizar más el rizo y sacar más provecho a la pieza.
Ufff, ahí fue donde el arte surgió y comenzó a darnos indicaciones, consejos y ayudas, como la semana pasada ,que nos dejaron muertos.
Ptrabajando, sino por como el arte vive dentro de Victor.
Es tan perfecto este hombre, que mientras en la ESAD, muchos profesores critican tu trabajo diciendo que lo que estas haciendo esta mal, Víctor dice lo contrario,que todo está bien, pero te da "consejos" de como poder hacerlo mejor, y esto, al menos a mí, me da confianza, ganas de luchar y mejorar y no desanimarte porque lo has hecho mal.
Sacamos muchas cosas, íbamos siguiendo sus consejos y mejorando mucho las interpretaciones, las musas se apoderaron de los tres y aquello fue disfrutar haciendo un ensayo. Motivados ambos en mejorar, en seguir sus indicaciones, llevarlas a la prácticas y que quedaran tal como él deseaba.
Además sabe más de teatro de muchos de los directores con los que he trabajado, porque cada indicación o idea no salían de la nada, sino de un análisis previo de los parámetros de la comedia, en cuanto a como sorprender al público, como dar giros a la historia, como buscar el humor según que circunstancia, etc.
Víctor me pidió más elegancia, menos histrionismo, aumentar un poco la velocidad y hacer menos paradas que perdía el ritmo, que cuando mintiera fuera más evidente y otras indicaciones más, que no puedo contar porque revelaría lo que no debo, eso sí las fui ensayando con él y todo salió como el pidió, ahora lo malo es que todo eso se fije bien y no se pierda.
Pero me he dado cuenta, de que cuanto más relajado esté, más metido en lo que me dicen y digo y en la circunstancia y en mi personaje, mejor y más natural me sale todo y cuando Víctor decía que estaba consiguiendo lo que él buscaba era cuando más relajado estaba y menos pensaba lo que hacía
, o sea, como bien me han enseñado, actuar es NO actuar.
Salí atontado, porque había pasado algo grande allí dentro entre estos tres locos.
El engendrar a la Lola está siendo un placer, algo gordo se está preparando.
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