DON LUIS VOLVIÓ A LA VIDA.

El viernes 21 de noviembre de 2014, en las Cenas con el Tenorio, Don Luis Mejia, volvió a reencontrarse con el publico y yo con él y bueno él conmigo también.
Mis escenas en la pieza eran solo dos y muy cortitas, lo único más largo era mi monologo.
Si soy sincero, lo pasé genial, puedo decir muchas cosas, como otras veces digo, nervios, inseguridades etc.
Pero esta vez no, es que no sentí nada de eso, lo único que sentí fue el texto, que lo hice mio y lo interioricé.
Además tenía al publico pegado a mi.
En el monologo, Don Luis se pavonea y trata de lucirse ante la audiencia de una taberna, pues eso mismo hice yo lucirme ante mi audiencia, o sea, mi publico.
Jugué con ellos, hablé con ellos, me acerqué a sus mesas y sus asientos para contarle mis hazañas e incluso acaricié a alguna señora.
Durante el ensayo previo, por fin, había visto como iban a colocarse las mesas, y empecé a imaginar que hacer, pero cuando salí y vi al publico sentado, improvisé casi todo y les hablé a ellos de tu a tu.
Mi compañero solo era Cisco, pero si en anteriores ocasiones, me costó conectar con él, en esta actuación la conexión era del mil por cien, o sea, perfecta.
La escena final, de la lucha, en la que temía el texto, porque estaba menos ensayada, este fluyó sin problemas, incluso en cierto momento pegué un golpe en una de las mesas y la lucha de espadas fue genial, quizá los golpes no serían perfectos, pero la intención era justa la que queríamos y la gente quedó sobrecogida.
O sea, que gracias Edu, por esa oportunidad, por actuar en ese paraje, con ese publico, en esa situación, por volver ha hacer verso, por defender los clásicos y gracias Cisco, por ser el compañero ideal.
Si tengo que resumir, diría que perfecto y que a veces notaba que Don Luis realmente hablaba por mi y no yo por él.