lunes, 12 de octubre de 2015

DANZANDO CON LA MUERTE, PERO MUERTO DE SUEÑO.



Menos de cinco horas de sueño llevaba encima, una semana agotadora, una juerga la noche anterior y a esto  se sumaban  una mañana donde ya empezaba a hacer frio, que  estaba muy nublado y medio lloviendo, vamos lo ideal, cuando sonó el móvil a las 9:00 horas, era darse la vuelta y seguir durmiendo, pero no podía porque el domingo, 11 de octubre de 2015,había que ensayar   Las danzas de la muerte.
 
Si no hubiera sido por Cisco, que me llevó hasta el ensayo, el camino hubiera sido un calvario, llegamos pronto allí estaban, Edu y Alba desayunando y los acompañamos, luego a ensayar.

Tras una pequeña charla de Edu, comencé el ensayo y digo comencé porque la pieza la comienzo yo con un pequeño monologo.

Estaba muy perdido e incluso cortado, todos mis compañeros ahí delante observando, especialmente Alba, que es la más crítica conmigo y con esa no puedo jugar.

No sabía cómo hacer y plantear mi personaje y para improvisar algo que no quedara bien, simplemente dije el texto, pero tampoco muy bien, era la primera vez en voz alta y me perdí en diversa ocasiones.

Además, Edu, quería que diera indicaciones de la entrada de  los actores e interpretación de estos, pero ni soy director, ni estoy preparado para ello y últimamente, entre los trabajos de Edu y los trabajos en el colegio, estoy todo el día creando e inventando y estoy ya un poco saturado, con lo cual la idea de dirigir no me convencía mucho, solo tenía medio planteado mi relación con los personajes de Ángel y Cisco que lo habíamos comentado días antes, pero el resto…
 
Menos mal que estaba Alba allí y entre todos fuimos creando y planteando la puesta en escena, entre todos íbamos creando, diciendo ideas y poniéndolas en práctica, ahí y casi sin querer las ideas fueron fluyendo y aunque queda ensayar muchísimo, lo que se está planteando tiene muy buena pinta, eso sí los actores deben entregarse todos cien por cien.

El ensayo planteado hasta las dos de la tarde, acabó mucho antes y me di un paseo con Alba por la plaza de la Merced, pero tras el trabajo y la falta de sueño estaba medio atontado, aunque Alba lo achacaba al nublado.




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