domingo, 4 de octubre de 2015

GRACIAS, LUIS Y ANGELES POR ESE MOMENTO.



Hoy, domingo 4 de octubre de 2015,  me he emocionado. No lo esperaba, era un primer ensayo. Simplemente íbamos a  marcar y tomar  contacto, pero en teatro,  nunca sabes dónde puede surgir el arte, la emoción o la musa.

Eso sí, cuando ha ocurrido ha sido precioso. De pronto el tiempo se paró, los tres nos quedamos en silencio. Yo como director rompí el hielo y hablé. Dije  que me había quedado congelado, en silencio,  que  los vellos se me habían puesto de punta, pero es que mientras hablaba y  explicaba esto,  un escalofrío recorrió,  de nuevo, mi cuerpo y  los vellos  se me  erizaron. La emoción me pudo. Y   mis compañeros estaban igual.

 Todo esto ha tenido lugar  en la asociación de Nueva Málaga, nuestro lugar de ensayo de Marcelino Pan y Vino.

El actor que hacía de Claudio, padre de  Marcelino, no puede asistir a la representación benéfica del 17  de octubre y esta mañana  ha venido su sustituto. 

Un hombre  con poca experiencia  y conocido de Luismi, su tocayo Luis.  

El muchacho ha llegado muy cortés. Le he explicado un poco la escena y el personaje,  hemos hecho algún repaso, hasta que ha llegado Ángeles.

 Con ella, hemos repasado el  texto,  hemos marcado movimientos y  hemos hecho la escena.
 Le he dado miles de indicaciones, al pobre, que ha intentado seguir.

 Pero ha llegado el momento de la entrega del niño, recién nacido, a los frailes. Ángeles ha hecho una pequeña indicación, mirar al niño antes de entregarlo. 

He decidido trabajar ese gesto, ampliándolo a una despedida silenciosa entre madre e hijo. 

Hasta entonces, ese momento, era una pelea, irreal, entre ambos. Pero con el gesto,  lo han  convertido en un momento  donde ambos  han  creado un clima, inexplicable.


Cuanto le ha dado ese hombre, Luis, a María Angeles, como me ha impresionado su mirada, qué cambio y giro le ha dado al personaje, no tendrá experiencia, pero hoy nos ha dejado en silencio.
 
Ya digo, los tres hemos quedado  en shock y la cara de Luis me ha dado escalofríos de emoción.

 Sé que se va a trabajar más y la escena quedará mucho mejor que hoy. Pero ese gran momento solo  hemos tenido el privilegio de  vivirlo los tres.

 Ole, chicos.



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