sábado, 12 de mayo de 2018

¿LA BIZNIETA QUE SEREMOS? O ¿EL OLVIDO DE MIRA?


Fueron siete horas y media de previo, ¡SÍ, SIETE HORAS Y MEDIA!. Las que vivimos los miembros de Diantre Teatro el pasado viernes, 4 de mayo del 2018, en la Biblioteca Provincial de Málaga, antes de nuestra actuación de El olvido que seremos.

Eran tantas horas que pensé ir haciendo un resumen en plan:"Son las 14:00 y estamos comiendo, son las 15:00 y estamos... etc". Pero al final solo os puedo resumir todo este tiempo en un blanco y negro. Un blanco y negro que tomamos Salva y un servidor en una heladería en Santa Paula. Este sabía idéntico a los blancos y negros de Casa Mira, pero a los buenos, a los de calle Nueva y no a los otros.

Tras el almuerzo a Salva se le antojó un café helado y yo que soy amante de los dulces lo seguí. Dejamos a Anai en casa con Natalia y nos fuimos con una calor horrorosa a buscar nuestro café helado y encontramos una heladeria en Santa Paula.

Tras pedir un blanco y negro y mientras Salva elegía el sabor de su tarrina, me senté a tomármelo y vi en la nevera del local el logo de la empresa y se llamaba La biznieta de Teresa Mira. Me pudo la curiosidad y le pregunté a la dependienta si era familia de Mira y me dijo que era la biznieta de la fundadora.

A partir de ahí entré en una conversación que bien podría haber sido una entrevista o un reportaje de Comando Actualidad o Andalucía Directo. Empecé a preguntarle cosas a la chiquilla y ella a contestar. Estaba orgullosa y feliz de su familia y me iba contando todo.

Me apasionan esas estirpes malagueñas. Personas que empezaron montando una pequeña heladería que hoy día se extiende por toda Málaga y sus biznietos siguen, con orgullo, el negocio familiar y no como un negocio sino como parte de su sangre.
Me encantó oírla hablar, con esa pasión con que fabrica los helados, los procesos, con quién aprendió, etc. Además, luego descubrimos, por casualidad, que ella era una de las dependientas de Casa Mira de Calle Nueva, ya cerrada, donde yo iba tanto y que me recordaba. Por cierto, id porque los blancos y negros son geniales. Vamos de los buenos.

Después de ese parón o momento ensoñación, malagueña, según Salva yo soy muy malagueño, pues tras ese parón, volvimos a la realidad del previo.

Realidad que no empezó muy bien, puesto que en cuanto me desperté, antes de las 10:00 horas, vi un mensaje, vía Whatsapp, de Salva donde nos informaba que no encontraba el foco que nos prestó su padre y que íbamos a usar en la representación. No sabía qué hacer. Empecé a buscar planes alternativos, si soy sincero, con muy pero, muy, pero, muy pocas ganas. Al final tuvo que desplazarse a Benalmádena para ver si estaba en nuestra sede y allí estaba. Todo esto hizo que se retrasara en llegar, que me retrasara a mí y que, al final, la única que estaba a la hora de la cinta, las 11:30, en la biblioteca, fuera Anai.

En cuanto me levanté, me vestí y demás, me fui cargado como un borrico, como siempre, al Metro y de allí a la Biblioteca.

Tras encontrarme con Anai cargamos parte del vestuario y el atrezo y lo subimos al lugar de actuación pero este, estaba cerrado. Buscamos a un responsable que nos abriera y ¡HORROR! empezamos otra conversación, de esas eternas, comerciales y protocolarias. Esta vez como estaba Anai, a los veinte segundos dejé de vivir tan "placentera" y "amable" conversación protocolaria. Descaradamente me quité de en medio, dejé de ser la imagen del grupo para volverme su tramoyista, empecé a mover el atrezo y me puse a visitar una 
exposición que había sobre Cervantes.
  
Nos abrieron el salón donde actuaríamos, ya eran las 12:00 y empezamos a trasladar y montar las cosas. En una de esas bajé a por el resto. Debía trasladar y cargar yo solo, dos cajas y tres bancos. Cuando lo tenía todo en la mano pensé;" Y si apareciera ahora Salva" y ¡JODER! apareció y me ayudó a subirlo todo.
  
Empezamos el montaje, esta vez mucho menos complicado que el de Las archivadoras, pero si más entreverado, sobre todo por la cantidad de cambios de vestuario y atrezo que lleva esta pieza. ·En lo que tardamos más fue en buscar buenos encuadres de luz y cable para enchufar dicha luz. Esta vez la calor en la biblioteca era la misma, altísima,  las ganas de trabajar y la unión entre nosotros, también eran altísimas pero la susceptibilidad también lo fue, de hecho hubo "cositas" pero sin relevancia, ni transcendencia.
  
Como dije con anterioridad, esta obra está concebida para un lugar concreto, así que cuando la movemos hay que rediseñar todos los movimientos y cambios de vestuario. Así que, cerca de las 14:00 con todo montado, empezamos un ensayo técnico y de movimiento, que al final fue un pase completo a ritmo y nivel de actuación normal.
  
Mientras que empezamos, lo hicimos, cambiamos cosas, repetimos otras y después recogimos porque yo me empeñé en recoger y ordenar todo el vestuario y atrezo antes de irnos, terminamos sobre las 15:00 y había que almorzar. Tampoco había prisa aun nos quedaban cuatro horas de previo.
  
Y salimos a la calle y de pronto, el cielo era negrísimo, llovía y bien, no había nadie por las calles y hacía viento y fresco. Pensamos: " Con la lluvia no viene a vernos ni Rita".
  
Nos quedaban, como digo, 4 horas de previo, pues un poco más y llegamos tarde a la actuación. Yo me fui al baño a maquillarme a las 18:15 y me hice una foto con Anai ya maquillado, vestido y listo para actuar a las 18:30. Esto es, quince minutos antes de la hora a la que habíamos citado al público.
  
Y os preguntareis: Y ¿Qué pasó para llegar tan tarde? Pues os lo cuento, nos fuimos de visita turística por Málaga.

De la Avda. de Europa, nos fuimos a La Térmica a almorzar, entre que aparcamos, pedimos, esperamos a Natalia, hija de Anai, que venía a almorzar con nosotros, que por cierto, la esperamos poco tiempo, pues nos pusimos a comer antes de que llegara, comimos y pagamos se fue un rato. Luego Salva y yo nos fuimos, andando, a buscar la heladería, nos tomamos el helado, recogimos a Anai y vinimos, en coche, a mi barrio, a recoger discos y elementos que nos faltaban.
  
Debido a la obra del Metro, el cruzar de Santa Paula a la Trinidad, fue toda una odisea, nos obligaron a recorrer toda Málaga, así que, hicimos turismo.

Tanto tardamos en llegar de un sitio a otro que salió el sol y el tiempo se convirtió a un día de agosto en la feria del centro. ¡¡¡Así es el nuevo tiempo de Málaga!!!. Pues sudados,cansados y con mucho calor, llegamos a la biblioteca súper tarde y entre cosas de última hora y solución de peticiones de mis compañeros, empecé a maquillarme a las 18:15.
   
Qué no cunda el pánico que acabamos a tiempo y nos dio lugar a hacernos fotos, arreglar detalles de última hora y concentrarnos en nuestros personajes.


Pues así se resumen siete horas y media de previo a una actuación.





























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