sábado, 10 de julio de 2021

UN RITUAL DE TEATRO O LO QUE SEA.


Durante mucho tiempo el teatro fue considerado como algo ritual y no quiero ir de cultureta y luego meter la pata, pero creo que ese carácter ritual se debe a sus principios, la época clásica. También he leído muchas veces que actores muy conocidos, sobre todo de la antigua escuela, siguen cumpliendo su propio ritual previo a salir a escena y todo eso es algo que me encanta. 

Yo en contadas ocasiones he podido vivirlo, pero cuando he tenido la oportunidad también he creado mi ritual de preparación, especialmente esto ocurre en piezas que se han repetido más de una vez y donde los elencos son más independientes.

Recuerdo perfectamente la manzana de Pepa, previa a cada actuación de Lluvia fina, el proceso casi calcado de cada representación de Los Timadores en la sala Up del desaparecido teatro Alameda, los previos a Don Juan Tenorio también en dicho teatro o las tardes/ noches de verano en el Botánico, donde, cuando me maquillaba, cuando me medio vestía, cuando visitaba a los compis, cuando volvía, cuando escribía en el blog, cuando cenaba, cuando me vestía, cuando calentaba, todo estaba marcado y siempre se hacía en el mismo orden. 

El martes 6 de julio del 2021 tenía que volver a meterme en la piel de Manuel Agustín Heredia por segundo día consecutivo y quise repetir todo, tal cual lo hice la tarde anterior, y así, crear un ritual.

Lo conseguí pues volví a vivirlo, tal cual, pero más que una fotocopia perfecta, fue una versión low cost. Fue todo igual pero con menos emoción. 

Tras hablar por teléfono con mi compi Caro, donde me harté de reír, como siempre, merendé con mi madre y más temprano que el día anterior comencé el proceso. 

Al parecer hacía menos calor que el día anterior, pues tras preparar todo, no estaba sudando y conseguí maquillarme en el cuarto de baño sin aire acondicionado y con la camiseta puesta. 

De nuevo me maquillé en un plis, me vestí, repasé el texto, lo recogí todo y me dispuse, a buena hora, a salir de casa y emprender mi camino/fiesta a la actuación. 

Hacía mucha, pero mucha, pero mucha calor y puedo repetir la palabra "mucha" mil veces. Las calles estaban desiertas. Desde el tema del Covid eso no es un problema para mí, es más lo agradezco, pero ese calor, ese sol, esa claridad y esas calles desiertas daban un aspecto de soledad y sequedad aun mayor, es más, las mismas canciones del día anterior no sonaban igual.

Sinceramente no tenía tanta calor, pero creo que esta, estaba haciendo estragos en mi cuerpo, pues no avanzaba, por más que andaba siempre estaba en el mismo lugar, prometido, salí antes que el día anterior, iba al mismo ritmo, oyendo la misma música, pero llegué más tarde. Llegué y ya eran las 20:05 h, de hecho, cuando fui le entregué mi mochila, a la compi que me la guarda me hizo ver que iba muy justo de tiempo.

Me cambié en el mismo sitio que el día anterior, pero todo fue más complicadillo, más lioso, más rápido, menos sentido...No sé.

Pero pese a todo llegué muy bien de tiempo a mi lugar de actuación, tanto que pude hacerme fotos y repasar dos veces el monólogo. 


PD: Debo confesaros algo, tras la actuación había quedado con mi compi Mariángeles que actúa antes que yo, para darnos un baño en la playa, donde mismo actuamos y como me encanta la playa y era la primera vez que iba en este verano, mi mente estaba más en eso que en la actuación.





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