EL RABINO NO PUDO SER.

Aunque mis ganas eran muchas y el llegar ayer a ensayar a  Nueva Málaga, fue un reencuentro con amigos, donde hay gente que admiro y quiero, donde los besos, los abrazos y la alegría de vernos fue mutua, el rabino al final no pudo ser.

Estoy intentando dar el paso a la profesionalización y por tanto y siguiendo los consejos de mi amigo, colega y consejero Manuel Salas, tengo que empezar a decir que no a algunos proyectos y a este he tenido que decirle que no.
Tras  una reunión con Ángel esa fue mi decisión, fue dura, no quería tomarla, pero fue así.
Decir, que en todo momento fui muy bien tratado, que ese nuevo grupo de teatro esta lleno solamente de buenas personas, y que tienen la mayoría por no decir casi todos un alto potencial, pero hay que ir cambiando el chip y con todo el dolor de mi corazón, no seré el rabino este año.
Un abrazo a todos y mucha mierda, aunque no os hace falta porque se que va a quedar genial.